Fernández Ordóñez avala la subida del IVA y apoya la fiscalidad 'verde'
La proverbial locuacidad del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, no le dio ayer muchos disgustos al Gobierno. En su análisis de política presupuestaria, defendió la subida del IVA, abrió la puerta a la fiscalidad medioambiental y disparó las principales alarmas que se ciernen sobre la recuperación económica: el desboque del paro y el aumento del déficit público.
Al gobernador no le disgusta la reforma fiscal incorporada a los Presupuestos. Considera que la subida del IVA no distorsionará el crecimiento y que "hay un hueco evidente" para gravar los consumos que "medioambientalmente son más dañinos", como ha pedido IU-IC para apoyar el proyecto de ley. Por tanto, primer respiro para el PSOE: sus diputados salieron con la sensación de que el Banco de España avala la apuesta fiscal de José Luis Rodríguez Zapatero.
Un segundo respiro llegó para estos mismos diputados cuando escucharon el análisis que hace el gobernador del trayecto que resta para salir de la crisis. Desde el respeto casi total al último cuadro macroeconómico elaborado por el Gobierno, y esto fue también motivo de sosiego para el PSOE, Fernández Ordóñez se limitó a señalar los principales puntos negros de la política económica. Se resumen en dos: el alto déficit público y el desboque del paro.
El gobernador cuestionó que los 30.000 millones que se destinarán el año que viene a prestaciones por desempleo, la partida que más crece, puedan mantenerse durante más ejercicios teniendo en cuenta, sobre todo, el agujero que se le ha abierto a Hacienda con el severo desvío de los ingresos: 42.000 millones menos este año. Y aquí sí que se aplicó en tono grave: "O hacemos reformas estructurales que tengan efecto en la reducción del desempleo o esto se vuelve enormemente complicado. Hemos llegado a unos niveles que no son manejables", advirtió. Principales sugerencias del gobernador: nuevas modalidades de contratación (contestadas ayer desde Estambul por la vicepresidenta Elena Salgado), reforma de la negociación colectiva, más y mejor formación y apertura a la intermediación en los servicios públicos de empleo.
En ausencia de "reformas ambiciosas", argumentó el gobernador, España ha acumulado un déficit estructural que requiere medidas correctoras urgentes ya que la actuación expansiva de la política presupuestaria "se ha agotado por completo". Las recetas para ello no son nuevas en el lenguaje del gobernador: recorte del gasto improductivo y vigilar indeseadas desviaciones del gasto (más de 80.000 millones este año).
Huir de la complacencia optimista
El gobernador del Banco de España no desautorizó la esperanza que esgrime José Luis Rodríguez Zapatero cuando mantiene que lo peor de la crisis se ha superado- "La fase más aguda de la contracción ya ha pasado", dijo ayer Fernández Ordóñez-, pero aconsejó "huir de la complacencia y de un inoportuno exceso de optimismo". Por una sencilla razón: Fernández Ordóñez cree que a nivel internacional persiste un "elevado grado de incertidumbre" y que, en lo que concierne a la economía española, "se enfrenta a una encrucijada decisiva" que requiere, en su opinión, reformas "ambiciosas y bien articuladas".A los diputados socialistas les pareció ayer que el gobernador estuvo objetivo y pedagógico. La oposición tampoco hizo un juicio crítico de su intervención. El portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro le invitó a un análisis más detallado sobre las razones por las cuales España es bicampeona en déficit público y paro. El representante de CiU, Josep Sánchez Llibre, le espetó que ve imposible compatibilizar una subida de impuestos con la creación de empleo y el de Iniciativa por Cataluña, Joan Herrera, le animó a defender un aumento de la tributación para las rentas más altas.El diputado Francisco Fernández Marugán se quedó con ganas de saber algo más sobre la orientación de la política monetaria impulsada desde el BCE.