Jordi Sevilla aboga por una reforma laboral con despidos más baratos
El ex ministro socialista de Administraciones Públicas Jordi Sevilla considera necesaria una reforma laboral que contemple un despido más barato, aunque subrayó que "nadie perdería sus derechos" y que el debate fundamental no es el coste del despido.
En este sentido, abogó por la reforma de 1997 en la que se creó el contrato de fomento del empleo estable, que contemplaba una indemnización por despido de 33 días por año trabajado.
Así lo manifestó Sevilla, que actualmente es asesor de la consultora PriceWaterhouseCoopers, durante su intervención en una jornada organizada por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), en la que también consideró necesario rebajar las cotizaciones sociales para los contratos indefinidos.
Dijo que la economía española genera pocos puestos de trabajo porque tiene un mercado laboral que "no fortalece" la creación de puestos estables, por lo que algunas cosas "deben cambiar", entre las que también citó el fortalecer "la causalidad en la contratación temporal".
Objetivos de déficit
Hizo un llamamiento para llegar a un acuerdo parlamentario en torno a un plan de recuperación de los objetivos de déficit establecidos por la UE "en un plazo razonable" y también entre los dos grandes partidos para "consolidar un programa de equilibrio presupuestario a medio plazo".
Entre las reformas necesaria, Sevilla consideró "urgente" la del sistema presupuestario, por la que no se deberían debatir las cantidades, sino su eficacia.
El debate sobre la eficacia en el gasto público sigue estando "pendiente", señaló, y es una de las principales reformas estructurales, "incluso más que la del mercado laboral" porque el sector público incide sobre la mitad del PIB.
No obstante, recalcó que la crisis "no es por exceso de gastos" porque el aumento de los mismos ha ayudado a que la crisis no sea peor. La actual situación tampoco se debe a una subida de impuestos "que no nos va a sacar de la crisis, ni va a profundizar en ella".
Para el ex ministro, el debate "más importante" es corregir las desigualdades del sistema tributario, "no tanto subir o bajar los impuestos".
Se mostró partidario de una subida de impuestos "si es equitativa" y añadió que "puestos a subir el IVA", se podría haber hecho desde el 1 de enero de 2010, no desde julio, y que la deducción fiscal de los 400 euros se debería haber aplicado para las rentas más bajas.
Para Sevilla, la subida de impuestos se ha hecho con "urgencia recaudatoria" y "sigue pendiente" un debate sobre la lucha del fraude y la mayor equidad fiscal entre las rentas del trabajo y del capital.
Además, consideró necesario mantener los estímulos presupuestarios, en línea con lo que aconseja el G-20 o el FMI, hasta que se consolide la recuperación económica.
Abogó por una negociación colectiva "más centralizada" con un mejor funcionamiento de la "cláusula de descuelgue" para las empresas y exhortó a acelerar el proceso de recuperación de la construcción porque a pesar de que "nadie quiere otra burbuja", seguirá habiendo crisis hasta que este sector "no recupere la velocidad de crucero".
También pidió una posición "más activa" del Gobierno para que las entidades financieras volvieran a dar créditos a empresas y familias.