Méndez defiende una subida de impuestos definitiva con reordenación fiscal
El secretario general confederal de UGT, Cándido Méndez, se ha mostrado hoy "claramente partidario" de una subida de impuestos "definitiva", ya que España "ha financiado sus equipamientos e infraestructuras con el esfuerzo de contribuyentes de otros países de Europa, y a partir de 2013 será aportador neto".
Tras clausurar en Murcia el XII Congreso Regional de UGT, donde ha sido elegido secretario general Antonio Jiménez, Méndez ha dicho que España tiene una presión fiscal 6 puntos inferior a la media de la UE, y que se debe hacer "un esfuerzo pedagógico" para concienciar a la ciudadanía de la necesidad de subir la presión fiscal, porque el país "no puede vivir por encima de sus posibilidades".
A su juicio, la subida de impuestos a corto plazo aprobada por el Gobierno debe ser "definitiva e incorporarse dentro de una reconsideración del sistema fiscal que modifique los impuestos directos y toque los indirectos para recuperar la equidad fiscal".
"Hay que llevar a cabo una recaudación progresiva, por la cual el que tiene más paga más y el que tiene menos paga menos", ha dicho Méndez.
Sobre las propuestas del Fondo Monetario Internacional para combatir la crisis, Méndez ha dicho que su sindicato es partidario de cambiar los modelos productivos, pero que probablemente sus planteamientos "no tengan mucho que ver con los del FMI, que ha basado en los últimos años sus propuestas en la desregulación de los mercados financiero y laboral, causante de esta crisis".
Acerca de la preocupación de la patronal bancaria por el probable retraso de la recuperación económica en España, ha dicho que tiene "gran responsabilidad" en ello porque "ha privilegiado créditos a la construcción, y en menor medida a la industria o la investigación para el desarrollo, y con esos créditos a las constructores se han hechos miles de viviendas que ahora no se venden".
En este sentido ha hecho un llamamiento a las entidades financieras para que "abran el grifo" y den liquidez a las empresas, al tiempo que ha rechazado el abaratamiento del despido.