La empresa verde
Hacer que una empresa reduzca considerablemente sus gastos anuales es siempre una buena opción. Pero si encima este ahorro contribuye a la reducción de las emisiones de CO2 es una opción aún mejor.
Cada vez son más las compañías que optan por integrar las soluciones de videoconferencia en sus hábitos de trabajo. Estos sistemas benefician directamente a la empresa y sus empleados: por un lado está el ahorro en costes de desplazamientos, dietas y alojamiento cada vez que un trabajador debe reunirse con personas que pueden estar a miles de kilómetros de distancia; por otro, el aumento de productividad del empleado, ya que no pierde tiempo en estos desplazamientos. Y juntos consiguen contribuir a la reducción de emisiones de CO2 al evitar traslados en coche o avión. La contaminación que provocan estas salidas no sólo es aplicable a los viajes de negocios, sino a todos los desplazamientos que los trabajadores hacen para acudir a la oficina, lo que indica una tendencia de muchas compañías a valorar el teletrabajo.
Una empresa que tenga, por ejemplo, 200 trabajadores, de los cuales 110 se desplacen en tren y 90 utilicen el vehículo privado, emiten 320.520 kilos de CO2 al año, sin contar los 101.690 kilos de CO2 si la empresa desplaza 10 directivos a la semana en el puente aéreo Madrid-Barcelona.
Estos datos son asombrosos, aunque no lo son menos las cifras sobre pérdidas en productividad y tiempo de empleados y directivos que se desplazan en horario laboral. Si fueran 5 los trabajadores que utilizan el puente aéreo durante 40 semanas al año, el coste anual para una empresa rondaría los 146.000 euros. Si la compañía reduce un 50% los viajes utilizando la videoconferencia, el ahorro estaría cerca de los 70.000 euros anuales. Teniendo en cuenta que se puede adquirir un equipo de calidad a partir de 2.800 euros, es fácil calcular el retorno de inversión inicial.
Una empresa que utiliza un sistema de videoconferencia, tanto en su sede como en el lugar donde el trabajador desarrolle el teletrabajo, también está contribuyendo a la conciliación entre vida familiar y laboral de los empleados, ya que éstos disponen de mayor tiempo libre, consiguiendo, por tanto, una mayor y mejor calidad de vida.
La cultura del trabajo por videoconferencia o el teletrabajo son opciones cada vez más habituales en nuestro entorno y un reto para todas las compañías que desean convertirse en empresas verdes, pues con sus decisiones contribuyen a la conservación del medio ambiente, un compromiso que, ya sea por principios o propio beneficio, deberían adoptar los empresarios de nuestros días.
Eduard Arnau. Director comercial de Techno Trends