Salgado justifica ante el PSOE no tocar las Sicav
Ferraz cierra filas con las novedades tributarias
La reforma de la tributación de las sociedades de inversión de capital variable (Sicav) sigue siendo problema para el Ministerio de Economía: la reclaman los sindicatos y los grupos de izquierda con los que el Gobierno negocia los Presupuestos, pero los técnicos de Hacienda la desaconsejan porque puede contribuir a una fuga de capitales.
La vicepresidenta económica, Elena Salgado, se reunió ayer con la Ejecutiva del PSOE para explicarle la reforma fiscal y en la reunión salió a relucir la tributación de estas sociedades. La secretaria de Organización, Leire Pajín, señaló que el Gobierno desaconseja establecer una nueva tributación para las sicav si no se hace en paralelo con el resto de los países europeos, ya que ello daría lugar "a un instrumento más opaco, pues no se conocería dçonde invierten los ciudadanos de este país".
En la actualidad, las Sicav tributan al 1% en el impuesto de sociedades sobre los beneficios anuales y entre los requisitos que se les exige figura disponer de cien partícipes, como mínimo, y un capital de 2,5 millones de euros.
La ejecutiva socialista cerró ayer filas con la reforma fiscal y ha recibido el encargo de desplegar una potente campaña de explicación de la misma por toda la geografía nacional, en la que tratará de convencer de que no descansará sobre el esfuerzo de las clases medias sino, más bien, de las rentas altas. Leire Pajín eludió definir ayer qué entiende por clase media.
Digestión complicada
El director general del Banco de España, José Luis Malo de Molina, respaldó ayer en Bilbao la utilización de la política fiscal para que España pueda "volver a la senda de la estabilidad presupuestaria", informa Kirru Artea. El alto ejecutivo del organismo supervisor aseguró que la "digestión" de la crisis será larga y complicada y que "en algún momento" de 2010 la economía española volverá a registrar tasas positivas de crecimiento.
Malo de Molina, en unas jornadas organizadas por el Nuevo Lunes y BBK, pidió "medidas ambiciosas y transparentes" para reestablecer una senda "creíble" de estabilidad presupuestaria. En este sentido, abogó por un estricto control del gasto público. A la vez, no descartó tener que "reestablecer "unas bases de recaudación fiscal "más estables y sostenibles" lo que significaría recurrir a determinadas medidas de carácter tributario.
Tras afirmar que la economía española está atravesando la encrucijada "más difícil de las últimas décadas", añadió que se tardará "mucho tiempo" en recuperar los niveles de producción de antes de la crisis. Malo de Molina manifestó que la buena evolución del empleo es trascendental para generar confianza.