Reunión maratoniana para salvar la planta de Renault en Valladolid

La dirección de Renault en España mantuvo ayer una maratoniana reunión con los representantes sindicales de la planta de Valladolid para alcanzar un acuerdo de flexibilidad que permita optar a un nuevo modelo convencional y otro eléctrico y así garantizar el futuro de la fábrica. El encuentro entre los 24 negociadores (12 por cada parte), que comenzó a las 11.00 de la mañana de ayer, no había concluido al cierre de la presente edición. Entre las peticiones de la empresa está la ampliación a 1.000 de los contratos relevo y un menor crecimiento de los salarios de entrada. A cambio, la empresa está dispuesta a renunciar a considerar Palencia y Valladolid como un único centro.

La de ayer es la última oportunidad, dado que la central francesa ya concedió una prórroga el pasado viernes para tomar la decisión de la factoría que va a ensamblar estos dos vehículos. Renault tiene previsto tomar una decisión sobre la asignación de estos modelos antes de que finalice el mes. Los rivales de la factoría vallisoletana son las plantas radicadas en Novo Mesto (Eslovenia), Pitesti (Rumanía) y Bursa (Turquía).

De lograr la asignación de estos vehículos, y de un nuevo motor de bajo consumo, la inversión necesaria en Valladolid podría ascender a 500 millones de euros.