El regalo europeo de Rajoy
Pues hay de todo bajo el lema patriótico-comunitario de "Mas España y Más Europa". Algunas de las propuestas se limitan a recoger el curso de la agenda europea, como el desarrollo de un servicio exterior o la revisión de la llamada agenda de Lisboa. Otras se suman a la ambición ya expresada por Nicolas Sarkozy y Rodríguez Zapatero de reforzar el papel institucional del Eurogrupo (ministros de Economía de la zona Euro) y su presencia en foros internacionales.
Pero las hay también que empujarían a la presidencia española hacia el precipicio. Como esa tan llamativa de prohibir la propiedad pública de empresas en sectores estratégicos, Los redactores de la propuesta saben, sin duda, que la idea contraviene el Tratado de la Unión Europea. Y que ninguna presidencia, en seis meses, va a lograr cambiar un un punto tan fundamental.
Tampoco corresponde a la presidencia española la reforma del marco presupuestario de la UE. Y si así fuera, contravendría todos los modales comunitarios que un país aprovechase su mandato para "paliar", como dice el PP, los supuestos perjuicios sufridos en la negociación anterior y "fijar los objetivos fundamentales de España".
El subsconciente electoral del manifiesto parece salir a la superficie cuando propone una "fiscalidad más moderada, más flexible y moderna". Y la esquizofrenia patriótico-comunitaria cuando reclama que la UE vuelva a "la disciplina del gasto cuanto antes", para, a renglón seguido, defender la continuidad "del paln de ayudas a las entidades financieras".
Quizá no sea así, pero da la impresión de que los autores parecían estar pensado mucho más en España (o en las urnas) que en Europa.
Foto: Mariano Rajo en un mitín en Zaragoza, mayo 2009 (tomada de la web del Partido Popular).