Blanco activa el 'plan renove' de autovías con un crédito de 300 millones
El Ministerio de Fomento ha cumplido uno de los objetivos que se marcó el equipo capitaneado por José Blanco: desbloquear el plan renove de las autovías más antiguas. El acuerdo con las constructoras ha sido posible gracias al compromiso del Gobierno de conceder a las concesionarias un préstamo participativo por valor de unos 300 millones de euros.
Afalta de cerrar los últimos flecos técnicos del acuerdo, el sector celebra que después de dos años de bloqueo, pueda comenzar a andar uno de los proyectos emblemáticos de la colaboración público-privada en materia de infraestructuras. El ministro José Blanco anunció en primavera que el plan para remodelar más de 1.500 kilómetros de autovías de primera generación estaría listo en septiembre y el plazo se ha cumplido.
Fomento adjudicó las obras con un presupuesto de 3.241 millones, un 41% por debajo del precio al que salieron a concurso, de 5.503 millones. Pero a pesar de esa significativa rebaja, los responsables del ministerio exigieron a las concesionarias la realización de trabajos adicionales sin la posibilidad de aumentar el precio, los conocidos y temidos modificados de obra. Las constructoras se negaron entonces a redactar los proyectos y el resultado es que desde entonces el plan ha estado prácticamente paralizado.
A esta falta de acuerdo con la Administración, se une el hecho de que las empresas tuvieron que obtener de la banca los créditos pertinentes para iniciar la construcción en unas condiciones que con el estallido de la crisis financiera y el retraso en los trabajos se han endurecido. "El Ministerio se negaba a reconocer que teníamos que hacermás obra por el mismo precio, pero ese planteamiento ha cambiado con la llegada de Blanco y su equipo y, en especial, gracias a la implicación de la secretaria general de Infraestructuras, Inmaculada Rodríguez- Piñero", explican fuentes del sector.
El plácet de Hacienda
Ahora, el compromiso de conceder a las diez adjudicatarias del proyecto, entre las que figuran FCC, Acciona, Ferrovial, ACS, OHL o Sacyr, un préstamo participativo de unos 300 millones de euros supone de facto el reconocimiento de que van a realizar más obra y, por tanto, hay que pagarla. Una vez que se produjo el relevo en Fomento, los nuevos responsables de llevar a cabo la negociación con las concesionarias aceptaron ampliar la inversión inicial y comenzaron a diseñar una fórmula de financiación que convenciera a Hacienda y a Bruselas
Finalmente, la solución escogida es la concesión de un préstamo participativo por una cantidad ligeramente inferior a la demandada, sistema que tiene ventajas tanto para Fomento, como para las constructoras. Para la administración cuenta con la particularidad de que no computa como déficit, puesto que son recursos que serán devueltos; y para las empresas representa la posibilidad de obtener financiación adicional con tipos de interés y plazos de amortizaciónmás ventajosos que los que ofrecen bancos y cajas.
"Además, gracias a esta inyección de capital, las empresas que tenían ya créditos cerrados con sus bancos, no tendrán que volver a negociarlos", recuerdan las mismas fuentes. Y es que el sector constructor venía reclamando que hasta que no estuvieran aprobados todos los proyectos, las entidades financieras no realizarían disposición de crédito alguna, por lo que los escasos trabajos de conservación que se han podido hacer desde 2007 han sido financiados con capital de las concesionarias.
El retraso en la ejecución de las obras supone además una reducción de al menos un año de los ingresos que las constructoras esperaban obtener en la fase inicial de explotación de las nuevas vías. Fuentes conocedoras de la negociación señalan que éste es el otro pilar en el que se ha basado el acuerdo suscrito con Fomento.
"Al haber más obra en proyecto, se han modificado también los ingresos anuales que percibirán las concesionarias por explotar la infraestructura y es en este capítulo donde todavía restan algunos aspectos por definir", explican. Fomento se ha comprometido a garantizar sólo "durante un periodo de tiempo determinado" unos ingresos mínimos a las empresas, recursos que recibirán si se cumplen "determinadas circunstancias".
Los expertos en financiación público- privada de obras destacan que la Comisión Europea es clara a la hora de definir si son o no ayudas públicas las aportaciones que realizan las administraciones en proyectos de este tipo. "El socio privado debe asumir parte de los riesgos, como es el de demanda o tráfico, si se trata de una carretera, o el de disponibilidad de la infraestructura en un plazo de tiempo y condiciones de calidad determinados", aseguran en una consultora.
Aprobación del Consejo de Ministros
Aunque restan los últimos detalles del acuerdo, Fomento pretende que lo apruebe el Consejo deMinistros en la reunión extraordinaria del sábado 26 o en la siguiente. De esta manera, el proyecto se desbloquea después de dos años desde que se adjudicaran los primeros tramos, y, si no se producen nuevos contratiempos, las obras podrían estar en marcha a comienzos de 2010. Este plan renove de autovías supondrá un cierto alivio al clima de parálisis que sufre la actividad constructora global, dada la caída de las licitaciones públicas y el crac inmobiliario. Empresas y Fomento estiman que estos trabajos pueden requerir la participación de entre 10.000 y 14.000 trabajadores.
Del éxito de este programa depende además que otras administraciones pongan en marcha iniciativas similares con la misma fórmula de financiación. Se trata de actuar sobre la red de autovías más antiguas del viejo sistema radial, carreteras que se construyeron en los años ochenta y noventa y que aumentaron su capacidad con el desdoblamiento de la calzada. Cuando finalicen las obras de esta primera fase (cuyo plazo estimado son 24meses), las autovías cumplirán con los últimos parámetros de calidad y seguridad de las autopistas más modernas. El concesionario se hará cargo durante 19 años de su mantenimiento y conservación y recibirá de Fomento y no del usuario de la vía un canon anual por el uso de la carretera, que sigue siendo pública.
Lección aprendida para los tramos que restan
El acuerdo suscrito para desbloquear el plan renove de las autovías de primera generación no sólo supone que se puedan iniciar todas las obras en breve plazo, sino que contribuye a mejorar los pliegos de contratación de los seis tramos que restan por licitar y que Fomento se comprometió a sacar a concurso cuanto antes. "Los responsables de la Secretaría General de Infraestructuras y la Dirección General de Carreteras nos han garantizado que se van a subsanar los problemas que generó el anterior pliego y que van a impedir que las bajas se disparen hasta alcanzar el 41%", explican fuentes del sector. En cuanto a qué otras fórmulas de financiación se barajan para movilizar 15.000 millones de euros extra de inversión, fuentes cercanas al Ministerio sostienen que la secretaria general de Infraestructuras, Inmaculada Rodríguez-Piñero, es más partidaria de fomentar el peaje en sombra que de reformar el pago aplazado o método alemán