Un G-20 para resolver los desequilibrios
Barack Obama y Gordon Brown ven la cumbre del G-20 como una oportunidad para arreglar los desequilibrios económicos globales. China podría empujar un poco su divisa y consumir más. Alemania y Japón podrían también consumir un poco más, mientras EE UU y Reino Unido podrían tomar el camino contrario.
Pero China no quiere jugar a la pelota. Y Obama y Brown han estado haciendo todo lo posible para sostener el gasto en consumo en EE UU y Reino Unido. La realidad es que los desequilibrios globales reflejan los intentos de cada país por evitar la recesión.
EE UU y Reino Unido han vivido más allá de sus posibilidades durante años. Asia ha ayudado: el dinero que han ahorrado ha fluido ampliamente en las grandes economías anglosajonas. Los chinos y los japoneses son los grandes tenedores de la deuda pública de EE UU.
Hasta que se desató la crisis hace un par de años el sistema parecía convenirles a todos. Las exportaciones chinas crecieron a tasas asombrosas y su economía a un 10% anual. Mantuvo su moneda, el renminbi, barata, para favorecer el crecimiento de las exportaciones.
Brown parece pensar que las naciones asiáticas acumulan mayores reservas de moneda extranjera alejadas del temor a la crisis global. Un mayor refuerzo del Fondo Monetario Internacional podría conducirles a cambiar sus caminos. Pero China y otras naciones de Asia tienen superávits y crecimientos de reservas monetarias que no están fuera de la crisis, pero porque quieren liderar el crecimiento exportador. Es poco probable que cambien sus políticas. China no quiere ninguna apreciación adicional de su moneda frente al dólar.
En el otro lado de la ecuación, ni Obama ni Brown quieren de verdad cambiar el juego. Cada uno preside un Gobierno que maneja un déficit fiscal que es del orden del 13% del PIB. El recorte de impuestos y el dinero para las quiebras son políticas que usan el dinero público para simular un gasto de los consumidores. ¿Quién proporciona los fondos? Bueno, los chinos siguen comprando deuda de EE UU.
¿Cómo podrían resolverse los desequilibrios globales? Si EE UU y Reino Unido recortan sus déficits fiscales, podrían enfrentarse a la recesión, la caída de sus déficits comerciales, el desplome de las exportaciones chinas, y el mundo entero podría tener problemas. Sería la vía rápida para reequilibrar la economía mundial. El largo y lento camino es el único que los países van a tomar.
Por Ian Campbell