Magna dice a los sindicatos que harán falta más recortes en Opel
El nuevo propietario de la marca amplía los sacrificios laborales, mientras GM estudia cómo salvar Amberes
Magna, la nueva propietaria de Opel, y los representantes sindicales de la plantilla comenzaron ayer las negociaciones para pactar los recortes de plantilla previstos. En esta primera reunión -a puerta cerrada en la sede central de Rüsselsheim, un barrio a las afueras de Fráncfort-, ha quedado claro que hará falta más recortes de los inicialmente previstos, según informó el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung. Así, de las 10.560 bajas contempladas anteriormente, la empresa contempla ahora 11.000.
Un desglose aproximado de cómo podría ser la distribución la facilitó el diario Die Welt am Sonntag. Según el rotativo, la plantilla en Figueruelas sufrirá un recorte de 672 empleos, frente a los 1.700 inicialmente previstos. Además, 830 de Ellesmere Port y los 354 de Luton. En Alemania, donde se produciría la mitad de las bajas, la planta de Bochum sería la peor parada, con más de 2.000 trabajadores afectados. En la sede central de Rüsselsheim se producirían unos 1.400 despidos. Ayer, GM anunció que está constituyendo un grupo de trabajo para discutir el futuro de la planta en Amberes, que, en principio, va a cerrar.
El presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, aseguró que producir un automóvil en la planta alemana de Eisenach, a la que Magna planea trasladar parte de la producción que desarrolla en Figueruelas, le cuesta a Opel 600 euros más que hacerlo en la fábrica zaragozana, informa Europa Press. El presidente insistió en que Figueruelas es la factoría más productiva de GM en Europa, "la que produce mejores coches, la que los produce en mejores condiciones de precio y la que los vende mejor".
Las conversaciones para tratar los despidos, en todo caso, proseguirán el próximo viernes.