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Crónica de Manhattan

La revuelta de los deudores

El hecho es que muchas de las firmas que ahora retoman el camino de la prosperidad tienen una deuda con los americanos". Así lo dijo Barack Obama en el discurso que pronunció en el aniversario de la desaparición de Lehman. El presidente recordó que los contribuyentes han ayudado a estabilizar la industria financiera y a renglón seguido pidió a la banca, "un mayor esfuerzo en ayudar a las familias que necesitan que se les modifique sus hipotecas bajo el plan puesto en marcha por mi Administración".

Efectivamente, la gran banca muestra mejores cuentas de resultados apenas un año después de la debacle de Lehman, de la inyección de dinero público y del comienzo de los programas de la Fed y la FDIC (fondo de garantía de depósitos) para apoyar al mercado financiero. Pese a ello, la crisis sigue para muchos ciudadanos.

Algunos siguen esperando que su banco les modifique y facilite el pago de la hipoteca como establecía el plan de prevención de embargos puesto en marcha por la Administración y dotado de 75.000 millones de dólares. De momento, el banco que más capital dispone para hacer modificaciones, dada su cartera de préstamos, es Bank of América y según cifras del Tesoro de septiembre, esta entidad, ha modificado desde abril solo el 7% de las hipotecas que revisa. Mientras tanto, quienes deben una o dos cuotas hacen frente a mayores pagos o comisiones como penalización. Chase, está haciendo algo mejor los deberes porque ha reformulado el 25% de la mitad de las que cualifican para el programa (la mitad que Bank of América). Wells Fargo apenas ha llegado al 11%.

Estos tres bancos extienden la mitad de las hipotecas que se firman en EE UU y su labor está muy apoyada por el Estado pues la mayoría son préstamos que compran Fannie Mae y Freddie Mac (seminacionalizados) y la Fed está dinamizando el mercado secundario que permite que el hipotecario se mueva.

Por otro lado, los titulares de tarjetas de crédito han visto subir sus cuotas y comisiones en los últimos meses. El motivo es que en mayo se aprobó una ley que limita las subidas de intereses y prohíbe prácticas calificadas de abusivas y antes de que entre en vigor, casi todas las tarjetas han anticipado subidas de intereses.

No está haciendo falta que se estrene la película de Michael Moore sobre la crisis, Capitalism, a love story, para que los ánimos se caldeen. Hace unos días, una mujer colgó un vídeo en Youtube que era todo un manifiesto para animar a la revuelta de los deudores. Bank of América le ha subido el interés de su tarjeta un 30% y ella ha dicho que dejará de pagarles. El vídeo está siendo muy difundido y muy comentado en la blogosfera.

En el mismo camino del estrellato en la red está el corto de un documental hecho por Karney Hatch, colaborador de Current TV (cadena copropiedad de Al Gore), sobre las comisiones abusivas de la banca para descubiertos. Y Propublica.org, una organización sin ánimo de lucro dedicada al periodismo de investigación ha aireado ya la frustración de algunos clientes con Bank of América.

No habrá revuelta, pero la protesta existe. Franklin D. Roosevelt y JFK recordaron a los americanos aquello de que "a aquellos a quien mucho se les da, mucho se les pide". Y eso no se olvida.

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