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Tribuna
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Incentivos fiscales a la I+D+i más eficientes

Las últimas reformas normativas en materia de deducciones fiscales en I+D+i han aclarado un aspecto de este instrumento vital para el dinamismo de nuestra economía: su duración en el tiempo. A pesar de ello, la reforma del impuesto sobre sociedades ha dejado heridas visibles en las deducciones en I+D+i al recortarlas en un 15% de su potencial inicial, después del periodo transitorio 2007-2008. A lo que hay que añadir la eliminación de las deducciones adicionales de un 20% de los gastos incurridos en la contratación de organismos públicos de investigación y universidades.

En Francia están en continuo desarrollo, fortalecimiento y comunicación de sus respectivos sistemas de incentivos fiscales a la I+D, cada vez más eficientes, y presentados como medidas anticrisis. Existe una iniciativa que podría impulsar el uso y el consumo de estas deducciones en el tejido industrial español: un sistema basado en la devolución de créditos fiscales no imputados.

La medida existe en Francia desde los orígenes de los incentivos fiscales en los años ochenta. Hasta el ejercicio 2007 incluido, el sistema devolvía a las empresas que lo solicitaban la parte no aplicada de las deducciones fiscales por I+D a finales de un ciclo de tres años. Incluso dentro del propio ciclo de tres años, las empresas que querían anticipar la devolución del crédito fiscal podían hacerlo a través de un proceso de subrogación vía entidades financieras, al igual que se puede hacer en España con los créditos a interés cero conseguidos cuando se solicitan ayudas públicas. Para el ejercicio 2008, el Gobierno francés ha decidido acortar el plazo de devolución de estas deducciones pendientes de aplicar a un año.

En Francia, gracias a ello, el 83% de las empresas que no acudían hasta ahora a las deducciones fiscales aseguran que lo harán. ¿Cómo cuantificar el beneficio de un dispositivo como el francés para las empresas españolas? Según datos del Ministerio de Economía y Hacienda correspondientes a 2007, un total de 5.657 empresas consignaron gastos en I+D+i, de las que solamente 3.900 (un 69%) pudieron beneficiarse de las deducciones fiscales.

Todo es una cuestión de voluntad política. Francia ha invertido para el ejercicio 2008 unos 2.800 millones de euros en su sistema de fiscalidad de la I+D y prevé dedicarle más de 4.000 millones en 2009. Por otra parte, la deuda pública francesa ascendía en 2008 a un 68,1% del PIB contra 39,5% para España en el mismo año y esta situación a priori adversa no le ha impedido asumir el coste adicional estimado de unos 1.000 millones que ha supuesto el recorte del periodo de devolución de tres años a uno.

La pregunta final es ¿qué motivos hay para no impulsar un sistema de devolución de créditos fiscales a la innovación, sino la falta de voluntad política?

Xavier Cazabon. Socio director de F. Iniciativas

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