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Columna
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Inseguridad española

El esfuerzo de Santander por la recompra de casi 17.000 millones de euros de bonos titulizados ha sido un fracaso. Según el banco, sólo el 4% de los inversores aceptó las ofertas, que se hicieron a entre el 61% y el 96% del valor nominal. Parece que a los inversores no les preocupa mucho seguir expuestos al problemático mercado inmobiliario español.

Sin embargo, las cifras de aceptación no deberían interpretarse al valor nominal. Santander lleva varios meses recomprando bonos en el mercado. Teniendo eso en cuenta, la cifra total de aceptación es del 30%, según fuentes familiarizadas con la situación. Las normas de contabilidad probablemente frenaron a muchos de los otros titulares de bonos. Los bancos que tenían las titulizaciones en sus libros de mantener hasta vencimiento se verían obligados a reconocer una pérdida.

Así, un 30% de recompra no es mal resultado para Santander. El descuento del precio permite al banco reducir deuda y dará impulso a los ratios de capital, aunque no está claro hasta qué punto. El hecho de que una proporción grande de inversores activos se haya mostrado dispuesta a buscar la puerta de salida también revela una inquietud prolongada sobre el estado del mercado inmobiliario español. La mayoría de los bonos están respaldados por préstamos con crecientes tasas de bajo rendimiento y se exponen a nuevas degradaciones de calificación, según Iberian Equities.

Con una tasa de desempleo cercana al 20%, los problemas con el crédito no sorprenden a nadie. España se enfrenta a un periodo de deflación y altos impuestos, que hará más difícil hacer frente a las deudas. Parece que el reciente rally en el mercado español de titulizaciones está siendo prematuro.

Fiona Maharg-Bravo

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