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Mercados

La ausencia de inflación impulsa los precios de la renta fija

La renta variable y la renta fija se comportan históricamente de manera inversa. Sin embargo, esta ecuación se ha roto durante la última etapa del rally alcista de la Bolsa, lo que ha permitido que las acciones y los bonos se hayan apreciado a la vez.

Es el nuevo conundrum, el comportamiento bizarro que de cuando en cuando muestran los mercados. Los bonos y la Bolsa se han apreciado en paralelo durante el último verano, apoyados por una mejora de los datos macroeconómicos y la percepción de que la recesión global está llegando a su fin.

Sin embargo, en un contexto de mercado normal, el tirón de la Bolsa debería haberse traducido en una caída en los precios de la deuda pública, aunque sólo sea porque los inversores, más optimistas, salen del activo refugio para asumir más riesgo.

No ha sido así en las últimas semanas. Los índices de Bolsa y el bono de 10 años de los distintos Gobiernos occidentales han vivido un repunte similar entre julio y agosto, cercano al 15%. Esto ha provocado caídas en el rendimiento interno de la deuda pública a largo plazo, que se mueve a la inversa de los precios, permitiendo que los tipos a 10 años permanezcan en niveles bajos, en el 3,86% en el caso español, en el 3,25 en el alemán, y en el 3,4% en de Estados Unidos.

"La relación inversa entre la Bolsa y la deuda no es sagrada", sostiene Joaquín Casasús, director general de Abante Asesores. "La Bolsa lo ha hecho bien porque ha recibido buenos datos económicos, además de unos beneficios empresariales que no han sido malos. Al mismo tiempo, no hay perspectivas inflacionistas en el horizonte, lo que ha favorecido que los tipos de la deuda permanezcan en niveles bajos".

La clave de este comportamiento, según los analistas, es que se espera una recuperación económica débil, que de momento no conllevará tensiones inflacionistas. Ante esta perspectiva, los bancos centrales han mandado el mensaje de que los tipos de interés oficiales van a permanecer en mínimos probablemente hasta bien entrado 2010. Las perspectivas de aumento de precios y de subida de tipos afectan negativamente al mercado de bonos.

"Hay otro factor: la inyección masiva de dinero al sistema financiero que han realizado los bancos centrales ha dado soporte al precio de todos los activos; hay mucha liquidez", explica Félix López, director de inversiones de Atlas Capital Gestión. La demanda, en definitiva, se ha mantenido a pesar de la ingente cantidad de emisiones de deuda pública que han llevado a cabo los gobiernos para financiar el déficit fiscal generado por la crisis económica.

Precios estables, por el momento

El precio de los bonos ha vivido un rebote similar al de las acciones en las últimas semanas. Sin embargo, los analistas no contemplan fuertes recortes a corto plazo; no hasta que la inflación haga acto de presencia y aumenten las probabilidades de que los bancos centrales vayan a subir los tipos de interés, actualmente en zona de mínimos históricos.En todo caso, tampoco se espera que los bonos a largo plazo se aprecien mucho más, dado que la oferta sigue siendo elevada, en tanto en cuanto los Gobiernos siguen necesitados de financiación y mantienen las emisiones de deuda.Bank of America Merrill Lynch opina que el precio de los bonos tiene más probabilidades de sufrir correcciones a medio plazo que la Bolsa, a medida que mejoren los datos económicos. "Las sorpresas positivas en el lado macroeconómico deberían provocar una percepción general de que los bancos centrales se han enfrascado en amplios programas de inyección de liquidez que podrían resultar demasiado rígidos", señala la entidad en un informe. "Junto con el recorte gradual de las medidas cuantitativas imprimir dinero nuevo, esto podría provocar un aumento del rendimiento de los bonos en los próximos meses". "Al final, la evolución de las rentabilidades a plazo de la deuda ha sido compatible con la subida de la Bolsa", señala José Luis Martínez, economista de Citi, en una nota. "¿Un mundo perfecto?, pero con el tiempo descubrimos que esa percepción no existe. Veremos".

Arbitraje

El mercado de deuda ofrece oportunidades de arbitraje atractivas.Las entidades piden prestado dinero a los bancos centrales a tipos bajos y los invierten en deuda a más largo plazo.La curva de tipos tiene mucha pendiente, lo que permite financiarse barato e invertir con buenos rendimientos.

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