La subida de impuestos afectará a 1,5 billones de euros de ahorro de las familias
Los planes fiscales de Zapatero pasan por elevar el tipo impositivo a las rentas del ahorro. La nueva subida de impuestos afectará a 1,5 billones de euros que componen los activos financieros de las familias españolas.
Los contribuyentes no suelen reaccionar bien cuando por parte de un Gobierno escuchan las palabras subidas de impuestos. Tan sólo tres años después de que el tipo impositivo de los productos de ahorro se unificara en el 18%, el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero se plantea otra reforma fiscal para hacer frente al déficit de las cuentas públicas y que afectará a los rendimientos procedentes de las rentas del capital, es decir, las que proceden de productos financieros como depósitos bancarios, beneficios de fondos de inversión, seguros de vida o plusvalías obtenidas por la venta de acciones o viviendas.
Todos estos activos financieros de las familias españoles alcanzaban la cifra de 1,5 billones de euros en la primera mitad del año, según los datos recogidos en las Cuentas financieras de la economía española del Banco de España. De ese importe global, 463.135 millones de euros corresponden a acciones y otras participaciones mientras que 251.052 millones de euros proceden de reservas técnicas de seguros. Más de 34.000 corresponden a valores distintos de las acciones y 787.867 millones se reparten entre monedas y depósitos.
La polémica está servida y mientras que muchos expertos prefieren esperar a que las medidas se concreten antes de opinar -este es el caso de la patronal de las gestores de fondos de inversión (Inverco) y de la firma de bolsa Renta 4- otros creen que no tendrá impacto ni en el importe que se va a recaudar ni en la decisión de ahorro de los inversores.
Francisco de la Torre, de la organización profesional de Inspectores de Hacienda, considera que esta subida podría suponer una recaudación de entre 800 y 1.000 millones de euros frente a los 15.000 millones que necesita el Estado. "Es una pequeña parte de la subida impositiva que necesita el Estado", asegura de la Torre. El experto afirma que si finalmente sube el tipo impositivo del 18% al 20%, la diferencia apenas será significativa y, a su juicio, no afectará a la decisión de inversión de los inversores. "Es como cuando sube el precio de la gasolina vía impuestos: la gente no deja de llenar el depósito", asegura.
Por otro lado, desde Ahorro Corporación creen que los comentarios realizados desde el Ejecutivo "dibujan" que el ahorro y la inversión en general y los fondos en particular "van a notar cambios" pero señalan que este cambio puede "resultar beneficioso para la inversión colectiva".
A su juicio, en un escenario en el que los tipos de interés están en mínimos, la rentabilización del dinero vía instrumentos tradicionales (depósitos) puede perder interés ya que cada vez que venza un activo de esta clase habrá que pagar impuestos que podrán "gastar" una cuarta parte de unos beneficios ya de por si escasos.
Sin embargo, señala que si este mismo ejercicio se realiza a través de fondos, el momento de tributar no llega hasta el reembolso definitivo con lo que, aún pagando impuestos, se retrasa su devengo pudiendo rentabilizar el dinero con mayor capitalización.
Rafael Romero, de Unicorp Patrimonio, cree que la nueva fiscalidad no "variaría en exceso la línea actual de diversificación de patrimonio" aunque sí considera que es una oportunidad para que "resucite" la industria de fondos de inversión, ya que el traspaso de fondos no está penalizado fiscalmente.
Buscar asesoramiento
Por otro lado, Marta Díaz Abajo, de Atlas Capital, afirma que mientras no se concreten las medidas se genera incertidumbre entre los inversores y considera "una pena" que las rentas del capital se vean penalizadas por la necesidad de ingresos por parte del Estado.
La experta aconseja esperar a que se concreten las medidas. En caso de que la reforma fiscal se ponga en práctica, considera que "habrá productos para sacar partido a esta nueva situación. Será el momento en el que los asesores financieros ayudarán a los ahorradores a no sufrir consecuencias por este cambio fiscal".
Lorenzo Dávila, jefe del departamento de investigación del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), señala que "hay que subir impuestos, pero se puede hacer de muchas maneras". El experto considera que gravar los rendimientos del capital es un error porque "se va a desincentivar fiscalmente la inversión en activos financieros en un momento de recuperación de los mercados".