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El paro y la caída de los ingresos multiplican el déficit por cinco

El déficit público alcanzó hasta julio los 49.687 millones de euros, cinco veces más que el año pasado. Los gastos por desempleo, el Plan E y la caída de la recaudación explican un agujero que llega ya al 4,7% del PIB.

La peor recesión contabilizada por las estadísticas oficiales en España sigue minando las cuentas públicas. Según los datos publicados ayer por el Ministerio de Economía, el Estado gastó entre enero y julio casi 50.000 millones de euros más de los recaudados. El déficit público alcanza así el 4,69% del PIB, y multiplica por cinco el del mismo periodo del año anterior.

El agujero tiene dos caras que actúan en el mismo sentido: por una parte, los gastos no financieros, que se dispararon un 24,5%, hasta los 107.639 millones de euros. De ellos, 25.000 son calificados por Economía como "discrecionales": reducciones de impuestos, anticipos de devoluciones y mayores aplazamientos, entre otras medidas para estimular la economía, además de las prestaciones por desempleo. Por la otra, la propia coyuntura negativa recortó los ingresos financieros un 16,9%, hasta 94.378 millones de euros.

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La figura impositiva más castigada es el impuesto sobre el valor añadido (IVA), cuya recaudación se desploma un 36,1% por la debacle de la compra de vivienda nueva y, en menor medida, del consumo privado. Pero también el IRPF y Sociedades sufren los embates del paro y la caída de los beneficios empresariales, registrando sendos descensos del 12,9% y el 25,2%. En cambio, la recaudación por impuestos especiales sólo retrocede un 3%, sostenida por las subidas de tipos en hidrocarburos y tabaco. En el capítulo de gastos, las transferencias corrientes aumentaron un 24,5%, en buena medida por los 9.508 millones destinados al Servicio Público de Empleo. Pero el capítulo más radicalmente alcista es el de las transferencias de capital, cuyo montante se multiplicó por tres. Aunque de forma indirecta, el paro también es el responsable último de ese avance: la mayoría de los 10.917 millones de este capítulo se destinó a los pagos del Plan E, cuyo objetivo es, precisamente, contener la sangría del desempleo mediante contratos con los municipios.

Se dispara el endeudamiento

Pese a que el agujero fiscal se aproxima peligrosamente al 10% del PIB, el Gobierno mantiene su compromiso con la Comisión Europea de regresar al umbral del 3% en 2012. Para lograrlo, y a la vista de la evolución desbocada del gasto, al Ejecutivo no le ha quedado más remedio que plantear un incremento impositivo, que se concretará en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado. Según ha reconocido el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, dicho aumento se centrará en una retirada parcial o total de la deducción de 400 euros en el IRPF, en un retoque de los impuestos indirectos y de los tributos que gravan las ganancias de capital. La coyuntura obliga: según Economía, hasta finales de julio el Estado tuvo una necesidad de endeudamiento de 61.529 millones, casi nueve veces más que hace un año.El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, auguró el mes pasado que la deuda pública alcanzará el 50% del PIB al acabar el año, mientras que la vicepresidenta económica, Elena Salgado, calcula que rondará el 60% en 2010. Un nivel que supera en más del 50% el mínimo registrado hace dos años, pero que sigue muy por debajo de la media europea.

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