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Mercados

Los analistas técnicos abren la puerta a que el Ibex escale hasta los 12.500

Ayer, los inversores decidieron hacer caja y embolsarse una parte de los beneficios de las últimas semanas. El Ibex cayó un 0,45%, hasta los 11.376,40 puntos, pero su escalada desde los mínimos asciende al 66,9%. La remontada ha sido fulgurante, pero los analistas técnicos creen que aún le queda recorrido. La meta son los 12.500, aunque hay que prestar atención a eventuales señales de giro.

El pánico que atormentaba a los inversores hace poco más de cinco meses se ha volatilizado. Los indicadores económicos, que descartan una depresión, y los últimos resultados empresariales, menos malos de lo esperado, lo han hecho posible.

Desde el 13 de julio, cuando puede fecharse el comienzo del último impulso, el Ibex se ha llevado por delante todas los resistencias técnicas. Primero cayeron los 9.800 puntos; después, los 10.000; a continuación, los 10.500, y, aunque le costó bastante esfuerzo, finalmente pudo derribar los 11.000.

Ayer, las órdenes de venta le obligaron a efectuar un alto en el camino, y el selectivo retrocedió un 0,45%, hasta los 11.376,40 puntos, pero los analistas técnicos consultados consideran que, de momento, no hay ningún indicio sólido que cuestione el escenario alcista.

La recogida de beneficios se produjo en los principales parqués europeos, que sufrieron caídas entre el 0,63% del Dax y el 0,33% del Cac. El volumen negociado en el parqué español ascendió a 2.405,6 millones de euros, un 13,9% inferior a la media diaria de agosto.

La escalada del Ibex desde el mínimo del 9 de marzo se sitúa ya en el 66,9%, lo que produce un cierto vértigo entre los inversores. "Desde luego, el gráfico produce un poco de miedo, pero parece que se está formando un segundo tramo de subida, después del desplegado desde que traspasó el entorno situado entre los 9.800 y 10.000 puntos", señala Carlos Jaureguízar, director de Noesis. Los 12.500 aparecen ahora como su siguiente objetivo, un nivel que supondría haber recuperado el 61,8% de la caída desde los máximos de noviembre de 2007.

El experto de Noesis explica que ahora mismo nada hace intuir una corrección, pero advierte que hay que estar pendiente de cualquier señal de giro. La mala noticia es que la referencia de soporte que desmontaría el escenario optimista queda muy lejos, en los 10.500 puntos, de forma que el riesgo de comprar ahora por primera vez es muy elevado. "Si se está dentro, no hay por qué salir, aunque es recomendable utilizar stop loss dinámicos para evitar sorpresas", señala Natalia Aguirre, de Renta 4.

Opinión contraria

Francesc Pau, de GVC Gaesco, augura que septiembre y octubre serán agitados, al mismo tiempo que señala que el optimismo generalizado es un síntoma inequívoco de que se avecina una corrección. A su juicio, los 1.015 puntos del S&P 500 son clave: "Si los pierde, puede desencadenarse una bajada importante". Ayer, finalmente acabó casi en tablas (+0,01%), por el buen dato de ventas de viviendas nuevas. Por su parte, el Dow Jones subió un 0,04% y el Nasdaq, un 0,01%.

Desde Serenitymarkets.com, José Luis Cárpatos lanza también un aviso a navegantes: "La encuesta de sentimiento de investors intelligence revela que los alcistas pasan en la última semana del 48,30% al 51,60%. Nunca se habían visto tantos alcistas desde diciembre de 2007, justo antes de la gran caída". El experto indica que es una "lectura peligrosa y muy negativa para los mercados, que muestra una sobrecompra enorme y una euforia poco recomendable".

Casi un año después de Lehman

Bolsas. El Ibex cerró el pasado martes por encima de los 11.412 puntos, el nivel al que concluyó la sesión del 12 de septiembre de 2008, justo la anterior al fin de semana en que quebró Lehman Brothers. Sin embargo, ayer volvió a situarse por debajo. Tampoco han superado los niveles previos a la bancarrota del banco de inversión los principales índices. Ni el Euro Stoxx 50, que cerró ayer a 2.788,9 puntos, frente a los 3.278,02, ni tampoco el Dow Jones o el índice sectorial de bancos del DJ Stoxx 600.

CDS. Uno termómetro de la crisis fueron los Credit Default Swaps (CDS) de los bancos. Estos seguros contra el impago de la deuda dispararon su precio después de conocerse que los poderes públicos habían dejado caer Lehman Brothers. El mercado temía que un hecho así pudiera repetirse. Después de los planes de rescate bancario, han caído fuertemente. Por ejemplo, el CDS de la deuda senior de Santander a cinco años ha bajado hasta los 68,9 puntos básicos, tras alcanzar en marzo un máximo en el entorno de los 180.

Interbancario. Las inyecciones de liquidez de los bancos centrales han surtido efecto en el mercado interbancario. El euríbor a tres meses cerró ayer en el 0,834%, frente a los máximos de 5,393% que marcó en septiembre de 2008. Igualmente, el índice Ted Spread se sitúa en los 22,7 puntos básicos, muy lejos del récord de 463,6.

Deuda. El rendimiento de la deuda pública a corto plazo se ha recuperado, al tiempo que el de los bonos corporativos ha caído. Por ejemplo, la rentabilidad de los bonos alemanes a un año cerró ayer en el 0,626%, frente al 4,3% de septiembre de 2008.

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