La Seda pierde 96 millones y vuelve a nombrar a Gila vicepresidente
La Seda de Barcelona registró unas pérdidas de 96,3 millones de euros en el primer semestre del año, periodo marcado por la puesta en marcha de un proceso de reestructuración con el que la compañía quiere evitar su colapso financiero. Un año antes, el fabricante de plástico PET obtuvo un beneficio de 11,2 millones de euros. Las ventas de la compañía también se han resentido en el pasado semestre, al caer un 44%, desde 927 millones a 521 millones. La Seda argumentó que sus resultados están influidos "por la grave contracción económica mundial" y por los "paros en la producción de algunas plantas por la falta de liquidez y acceso a materia prima".
El consejo de administración de La Seda volvió a nombrar ayer al abogado Carlos Gila vicepresidente del consejo, en representación de la sociedad Inverland Dulce. Esta es la segunda vez que Gila, socio de la firma Gila & Co especializada en reestructuraciones empresariales, asume la vicepresidencia del grupo químico, ya que accedió al cargo el pasado 19 de junio.
Posteriormente, antes de la junta de accionistas del pasado 8 de agosto, Gila dimitió como vicepresidente, ya que en ese momento representaba a Selenis, una sociedad del grupo Imatosgil. Gila, que inició su carrera en Andersen Consulting y ha sido consejero de Ebro Puleva, optó por dejar el cargo cuando afloró que este grupo debía a La Seda 22 millones. Fuentes de La Seda aseguraron que el nombramiento se ha producido ahora "por cooptación".
Deuda
La compañía catalana, que cuenta con una deuda de 800 millones, indica en sus resultados que "durante el segundo semestre del ejercicio se espera concluir un acuerdo con bancos, acreedores y accionistas, que reequilibre la situación patrimonial y de liquidez del grupo".