Una vez más, el funcionario es el pagano
Una vez más el Gobierno intenta desviar la atención de los ciudadanos: ante la apabullante crisis que padecemos, el ministro de Fomento José Blanco lanza un globo sonda a la opinión pública, proponiendo medidas que pueden hacer mermar el poder adquisitivo de los empleados públicos. Lo que no dice, es que en los últimos 15 años algunos trabajadores públicos han perdido más de un 17 % de poder adquisitivo y que cada vez que, gracias a las nefastas políticas económicas de algunos Gobiernos, nuestro país padece una crisis económica se utiliza a los empleados públicos como cabezas de turco.
Desde CSIF rechazamos cualquier medida que suponga la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores de la Administración. Teniendo en cuenta que las previsiones para el año 2010 de distintos organismos económicos independientes sitúan la inflación para nuestro país por encima del 1,6 %, sería a partir de esa cifra el porcentaje desde el que se tiene que empezar a negociar la subida de las retribuciones. Exigimos al Gobierno que convoque con la máxima urgencia la Mesa General de Negociación de las Administraciones Públicas y deje de poner a los funcionarios en la diana, para así distraer a la opinión pública. Y que pare de lanzar cortinas de humo, en lugar de hacer una política económica en concordancia con la crisis que padecemos para paliarla en la medida de lo posible.
Lo que sí está claro, es que la Administración seguirá siendo gravosa para la sociedad mientras se mantengan el elevado número de altos cargos que tenemos, aparte de que, aunque por un lado se les congelen los sueldos, luego se les compensa por la puerta de atrás con las mal llamadas productividades y nominillas extraordinarias. Creando nuevos ministerios, secretarias generales, direcciones generales etcétera, con los ingentes gastos que producen tanto en medios materiales como en consejeros, asesores y demás personal elegidos a dedo por el Gobierno de turno para pagar en algunos casos prebendas políticas.
Si quieren reducir el gasto público, que empiecen por la reducción de los fastuosos gastos de algunas consejerías, ayuntamientos, y demás Administraciones. Que cada vez que cambian de signo político introducen nuevas ofertas de personal interino ó eventual para "colocar" muchas veces por la puerta de atrás a simpatizantes y colaboradores del partido gobernante.
Tampoco se arregla el déficit de las Administraciones externalizando los servicios públicos, lo que genera en muchos casos precariedad laboral, un mal servicio al ciudadano y un gasto superfluo al erario público, que solo revierte en dar beneficios a la empresa privada oportunista elegida.
La manera de contener el gasto de personal de las distintas Administraciones públicas, lleva a desarrollar políticas de optimización de los recursos humanos disponibles, con unos sueldos dignos, dignificando al empleado público y no culpándole de los males que acontecen a nuestra economía.
Son servidores públicos y su labor es dar un servicio de calidad y digno al ciudadano.
José Ramón García Esteban. Secretario Nacional de Acción sindical de CSIF