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Incremento de la producción

Repsol pagará 203 millones de dólares por explotar un campo de petróleo en Venezuela

La petrolera española Repsol-YPF ha anunciado que pagará 203 millones de dólares a Venezuela por los derechos de explotación del 40% del campo Barúa-Motatán, cuya producción podría alcanzar unos 40.000 barriles por día (pbd) en su primera fase.

Al menos 20 petroleras están a la espera de que se concrete la asignación o extensión de campos de crudo y gas, lo que paulatinamente incrementaría la participación de empresas extranjeras en la industria enegética venezolana tras la oleada de estatizaciones que sacudió al sector desde el 2006.

"Estamos en proceso de pago. El monto es 203 millones de dólares, de los cuales 173,5 millones son en 'vouchers' y el resto en efectivo", explicó a Reuters la portavoz de Repsol Venezuela, Antonieta La Marca.

Los 'vauchers' son unos certificados de participación entregados por el Estado a Repsol como compensación por la nacionalización de campos petroleros y otros proyectos que la compañía operaba en el país.

El diputado Angel Rodríguez dijo que la asignación del campo fue aprobada el martes por la la Comisión de Energía y Minas de la Asamblea Nacional y se espera que el pleno ratifique esta decisión el miércoles.

El acuerdo que maneja la comisión parlamentaria contempla un monto de 207 millones de dólares, lo que difiere de la información que maneja la compañía.

El campo Barúa-Motatán, ubicado en el occidental estado Zulia, es operado por la empresa mixta Petroquiriquire, en la que la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) ostenta un 60% y la española, un 40%.

La inversión anunciada en la nueva área es de 1.000 millones de dólares, con el objetivo de llevar la producción a unos 65.000 bpd en cinco años.

Repsol mantiene derechos sobre cuatro proyectos de crudo y gas en Venezuela, luego de que el mes pasado vendiera al Estado el campo de gas Barrancas y una planta eléctrica en occidente del país por 188,5 millones de dólares.

La empresa mixta Petroquiriquire también opera los campos Quiriquire y Mene Grande, este último adyacente a Barúa-Motatán y cuyas actividades podrían ser fusionadas como parte del proceso de racionalización del numeroso grupo de empresas mixtas en que participa PDVSA.

Repsol también participa en una licitación de campos de crudo pesado en la Faja Petrolífera del Orinoco, que actualmente se encuentra paralizada indefinidamente, y tiene un preacuerdo para explotar otro bloque en la Faja.

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