El perdón y el olvido
Deutsche Bank ha vuelto a sorprender al mercado. Después del prolongado descontento que provocó hace ocho meses al retrasar el rescate de un bono subordinado, ha emitido un nuevo bono híbrido Tier-1.
Esta emisión de deuda perpetua forma parte de la estrategia de Deutsche Bank para fortalecer su balance sin una gran emisión de acciones o apoyo estatal. El banco ya lo ha intentado todo para generar más de 25.000 millones de euros en el último par de años. Se espera que este bono híbrido llegue sólo a los 1.000 millones de euros, lo que proporcionará un mejor colchón en un momento en el que las provisiones siguen aumentando.
Esta vez, el banco va a por los inversores minoristas, más fáciles de tentar y menos dados a prestar atención a los riesgos asociados. El mercado Tier-1 ha demostrado ser bastante volátil. Los compradores menos sofisticados quizás se lleven una sorpresa desagradable por la falta de liquidez.
La deuda puede ser rescatada desde 2015, lo que quizás sea un momento peor para la venta. De cualquier forma, Deutsche ha mostrado ya su intención de anteponer la prudencia financiera al mantenimiento de promesas implícitas. Por eso la mayoría de las instituciones habrían demandado cupones más altos. Algunas estaban dispuestas a mostrar compasión ante las transgresiones pasadas del banco, y respaldaron la emisión de todas formas. El optimismo del mercado quizás haya mejorado la disposición de los inversores al perdón. Pero también al olvido.
Por Jeffrey Goldfarb.