El depósito bancario toca fondo
La remuneración máxima a un año ronda el 3%. Las entidades premian el dinero fresco y la vinculación.
En el último año, la remuneración de los depósitos a plazo se ha recortado a la mitad. Fueron el producto de ahorro estrella de forma indiscutible en la segunda mitad de 2008, cuando el descalabro de la Bolsa expulsó a los inversores de los activos de mayor riesgo y cuando los bancos estaban necesitados urgentemente de liquidez, que encontraron en la colocación masiva de imposiciones a plazo entre sus propios clientes. Sin embargo, ahora la situación es otra y aunque la banca sigue dando preferencia a la comercialización de depósitos -y, en general, de productos capaces de reforzar sus recursos propios, como las participaciones preferentes-, el cliente va a encontrar rentabilidades mucho más modestas en el ahorro más tradicional.
La rentabilidad media de los nuevos depósitos hasta un año de plazo ha encogido desde el 4,68% de junio de 2008 al 2,37% de un año después, según los últimos datos del Banco de España. "En los niveles actuales del euríbor, las rentabilidades que podemos ofrecer se sitúan en el entorno del 2% al plazo de un año y del 1,5% en los seis meses", reconocen en Banco Sabadell. Este es el modesto escenario que se encuentran aquellos a quienes les vence ahora el depósito que contrataron hace meses. La rentabilidad de los depósitos ha tocado fondo y las previsiones apuntan a un período de tipos de interés en mínimos que durará meses, antes de que el BCE retome la senda alcista en el precio del dinero, lo que va a retrasar el regreso de unas remuneraciones más altas en el ahorro a plazo y a las que, por otro lado, la banca tampoco se va a anticipar.
Aun así, los ahorradores pueden aspirar a rentabilidades algo superiores, de alrededor del 3% a un año, siempre que estén dispuestos a aportar a su banco un mayor volumen de ahorro o a trasladar su dinero a otra entidad. No en vano, el efectivo de nuevos clientes es el botín más preciado para cualquier entidad financiera. Además, a pesar del recorte en las remuneraciones que ha impuesto la caída de los tipos de interés, queda el consuelo de una rentabilidad real que puede resultar incluso superior a la de hace un año.
Así, el IPC de julio descendió el 1,4% en tasa interanual, frente al aumento de nada menos que el 5% del mismo mes de 2008. Entonces, la remuneración del ahorro era más generosa pero, una vez descontado el efecto de la inflación, la rentabilidad real resultaba mucho más pobre. El IPC podía llegar a eclipsar la remuneración de los depósitos más atractivos. Pero desde marzo de este año, en que el IPC entró en terreno negativo en su tasa interanual, la situación es la contraria y la evolución de los precios está favoreciendo la conservación del poder adquisitivo del ahorrador.
Más allá de que la caída de los precios pueda compensar en cierto modo el recorte en la remuneración del ahorro, la fórmula más segura para obtener la mayor rentabilidad posible es llevar dinero nuevo al banco o, mejor aún, traspasar los ahorros a una nueva entidad. Para el dinero fresco, la remuneración supera el 3% TAE. Por ejemplo, Popular ofrece esa rentabilidad en un depósito a un año para las nuevas captaciones de ahorro, desde 300 euros. Sin embargo, si se trata de pasivo interno del banco, la remuneración a ese plazo se recorta al 1,75% TAE. En Caixa Catalunya, el rendimiento de los depósitos es de hasta el 2,75% a un año y del 2,50% a seis meses, pero si la inversión procede de otra entidad, la rentabilidad sube al 3,25% a un año y al 3% a seis meses.
En Caixa Galicia ofrecen el 3,71% TAE a un año y medio, también para nuevos clientes aunque con el requisito de una imposición mínima de 3.000 euros y de la domiciliación de dos recibos. Y en Caja España ofertan un depósito al mismo plazo y rentabilidad del 3,22% TAE, por un mínimo de 1.000 euros y también para dinero nuevo.
En Citi pagan una de las remuneraciones más altas del mercado a un año, del 4% TAE, para nuevos clientes y para un importe mínimo más exigente, de 25.000 euros. Además, no cualquier persona puede tener la consideración de recién llegado para acceder a este producto, ya que la entidad sólo considera como nuevo cliente al que no haya tenido relación bancaria con Citi con posterioridad a enero de 2007.
Otras entidades no exigen que se trate de ahorro de nuevos clientes, basta con elevar el saldo. Activobank cuenta con un depósito a un año al 3% TAE para nuevos ingresos, por un mínimo de 3.000 euros. En cambio, a los clientes actuales les ofrece un 2% TAE a ese plazo.
El ahorrador podrá arañar unas cuantas décimas de rentabilidad si además de cambiarse de banco o aportar dinero nuevo, refuerza sus vínculos con la entidad. Es decir, si contrata más productos financieros o asume un determinado nivel de gasto en tarjetas. Por ejemplo, Caja Madrid ofrece un depósito a un año al 3,25% TAE para clientes y nuevos clientes y sin el requisito de un importe mínimo pero con la exigencia de ir incrementando la vinculación con la caja, empezando por la domiciliación de la nómina y siguiendo por la tarjeta de crédito y un plan de pensiones.
Otra alternativa de cara a la renovación de los depósitos que ahora vencen son los depósitos crecientes, que van mejorando su remuneración a medida que pasan los meses, al tiempo que la entidad se asegura una mayor permanencia del cliente. "Son una buena oportunidad para los ahorradores pero también para la entidad, pues nos permiten mantener saldos estables", reconocen en Banco Sabadell. La entidad catalana comercializa un depósito a un plazo de tres años, en el que ofrece el 2% el primer año, el 3% el segundo año y el 4% el tercer año y del que resulta una TAE global del 2,98%. La Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) también comercializa un depósito a tres años con rentabilidad creciente y una TAE del 3,12%.
La remuneración anual de los depósitos a medio plazo -como los citados a tres años- es muy similar a la que se puede lograr actualmente en un depósito a 12 meses. Las entidades trabajan con la expectativa de que los tipos de interés comenzarán a subir el próximo año, sin que por ello se comprometan por el momento a ofrecer remuneraciones superiores en los plazos más largos. A cambio, inyectan mayores dosis de liquidez en sus productos. Así, el depósito a tres años de Sabadell permite reembolsos a partir del sexto mes.
Banco Santander, que se ha desmarcado de la ofensiva comercial por la captación de depósitos, ofrece un producto a tres años con una rentabilidad del 2,01% TAE. El rendimiento es inferior al de otros depósitos del mercado a ese plazo pero no hay comisión por cancelación anticipada. A un año, la entidad abona apenas el 1,26% TAE, aunque con liquidez total, sin penalización. Banco Pastor también cuenta con un depósito a dos años, al 3% TAE y sin penalización por cancelación anticipada.
La liquidez total es la característica que más distingue a las cuentas remuneradas de los depósitos, a la vista de que ambos productos ofrecen ahora rentabilidades muy similares. "Los tipos actuales han igualado prácticamente las rentabilidades de las cuentas de alta remuneración con los depósitos, ya que está claro que estas cuentas son un elemento de captación de dinero nuevo", reconocen fuentes bancarias.
Pero, frente a los depósitos, con rentabilidad fija durante toda la vida del producto, la remuneración de las cuentas puede variar en cualquier momento. ING Direct ha recortado en los últimos meses la rentabilidad de su Cuenta Naranja del 3,5% al 3% TAE durante los cuatro primeros meses, tras los cuales la remunera al 2% TAE. "Las cuentas son una alternativa interesante para maximizar el dinero mes a mes y tenerlo siempre disponible", defienden en la entidad.
La alternativa de los estructurados
Cuando la rentabilidad de los depósitos a plazo tradicionales se queda pequeña, los depósitos estructurados son una alternativa con la que aspirar a una mayor remuneración, aunque la dosis de riesgo sea superior. Habitualmente, garantizan el 100% de lo invertido, si bien el cliente deberá asegurarse de que no perderá su capital en el caso de que no se cumpla en supuesto de inversión contemplado en el diseño del producto. "Son una buena alternativa para incorporar la posibilidad de aprovechar las expectativas de recuperación bursátil pero con la garantía de mantener el principal siempre", recuerdan desde Banco Sabadell.En Banco Pastor añaden que los depósitos estructurados "se hacen más atractivos a medida que bajan los tipos de interés, puesto que el potencial de beneficio es superior a la pérdida potencial del producto". Sabadell, Bankinter y Caixa Catalunya son algunas de las entidades más activas en la comercialización de depósitos estructurados.Caixa Catalunya oferta un estructurado, a partir de un mínimo de 1.000 euros, en el que la mitad de la inversión se remunera al 5% TAE a un año y la otra mitad, a un plazo de tres años, queda en función de la evolución bursátil de cinco acciones estadounidenses: General Electric, Procter & Gamble, Apple, Google y Abbott. El capital está garantizado y si al cabo del primer año, el valor de cada una de las acciones es superior o igual al valor inicial, la entidad paga un cupón del 5% y cancela el depósito. Si no se cumple tal condición, el producto se prorroga otro año, de modo que al cabo de los tres años la rentabilidad final puede alcanzar el 15%.Otras opciones permiten combinar la imposición a plazo fijo propia del depósito con la inversión en fondos de inversión, en cuyo caso el ahorrador deberá asegurarse de que el capital está garantizado. Desde Sabadell señalan que "es el momento de empezar a pensar en colocar alguna parte del ahorro en fondos de inversión, siempre que el perfil del inversor admita una cartera con productos con riesgo. El mejor consejo no sólo depende de las expectativas del mercado sino de lo que un cliente puede soportar o está dispuesto a asumir".
Guía del ahorro
Rentabilidad. Es la premisa fundamental para elegir un depósito, aunque la remuneración también tiene letra pequeña, como el grado de vinculación que exige la entidad o las condiciones de cancelación.Reembolsos. La liquidez no es un rasgo propio de los depósitos a plazo, si bien en momentos como el actual en que la rentabilidad flaquea, las entidades intentan compensar una menor remuneración con mejores condiciones a la hora de recuperar la inversión de forma anticipada.Algunos depósitos permiten la cancelación anticipada sin penalización en momentos puntuales, tal y como sucede en los fondos garantizados.Vinculación. Cuantos más productos tenga contratados el cliente con su banco, más remuneración podrá intentar obtener. La banca premia un elevado consumo con tarjetas, la aportación a planes de pensiones o la contratación de un seguro. Además, evitará la fuga de los clientes más vinculados.