Apoyar la potencia eólica
Reino Unido ha hecho una apuesta decidida por la energía eólica marina. Ha sacado a concurso un macroproyecto que planea instalar 25.000 MW en los próximos años. Para hacerse una idea de la dimensión de este plan basta saber que supone multiplicar por 17 la potencia eólica marina instalada hoy en el mundo. Una tajada suculenta, presupuestada 87.000 millones de euros, que atraerá a todos los grandes grupos del sector, entre los que se encuentran los españoles Acciona e Iberdrola Renovables. España es una potencia mundial en obtener electricidad del viento, y su presencia en muchos países lo atestigua. El impulso dado desde los distintos Gobiernos que han favorecido con jugosas subvenciones la implantación de parques eólicos en España ha servido como acicate para el desarrollo tecnológico de las empresas nacionales. Y ahora se pueden recoger los frutos de tanta inversión y esfuerzo con la obtención de contratos internacionales.
Sin embargo, para que España y sus empresas sigan ocupando el lugar que merecen, el sector necesita de una regulación estable que permita conocer el rendimiento de las inversiones con seguridad. Los continuos cambios legislativos no contribuyen a ello, como tampoco el retraso del desarrollo normativo de la energía eólica marina en España, que va a cámara lenta desde hace años.