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Tribuna
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Plan de la CEOE ante los retos de la industria

En un contexto de grave crisis económica y de caída del comercio mundial, la industria española se enfrenta a uno de los mayores retos de su historia: la supervivencia de muchas actividades industriales, algunas de ellas con una tradición de muchas décadas, que precisan de medidas que permitan no sólo el mantenimiento de su actividad sino también la mejora de su nivel competitivo en los mercados globalizados.

La industria sigue siendo un sector económico clave para aquellos países que buscan un crecimiento equilibrado y sostenible. La importancia de la industria es un concepto que tal vez la sociedad no perciba con la suficiente nitidez, o bien que desde el tejido empresarial no hemos sabido transmitir con la suficiente claridad al conjunto de la ciudadanía.

Un sector que supone más del 13% del PIB, que da empleo a más de tres millones de trabajadores y que genera casi el 83% de todas las exportaciones españolas necesita el respaldo de las instituciones y el apoyo de la sociedad, que debe ser cada vez más consciente de lo que ha supuesto la industria española en la generación de riqueza y bienestar en nuestro país.

En el actual escenario, donde el empleo se está viendo severamente afectado, es imprescindible articular las medidas necesarias para que la industria pueda mantener, en la medida de lo posible y siempre teniendo en consideración la grave crisis económica internacional, el nivel de empleabilidad del sector. Empleo que, por otra parte, es más estable (casi el 80% disfruta de contratos indefinidos) y al que se destinan mayores recursos en formación de los trabajadores que la media de la economía española.

A nadie se le escapa que la situación actual ha requerido un proceso de ajuste, en la industria y en el resto de los sectores de nuestra economía, y que este proceso ha podido traer consigo decisiones traumáticas, tanto en lo relativo al empleo como al cierre de empresas que no han podido mantener su actividad. Sin embargo, nuestro sector industrial está firmemente decidido a mantener sus inversiones en nuestro país, a crear empleo dentro de nuestras fronteras y a evitar, con la mejora de su competitividad, que las empresas industriales opten por deslocalizar su actividad.

Esta apuesta firme y decidida de nuestras empresas, para que tenga garantías de éxito, debe verse acompañada de un compromiso por parte de las instituciones para adoptar una serie de medidas que contribuyan a fortalecer nuestro tejido empresarial y que permitan dotar de un marco estable y predecible la actividad industrial. El establecimiento de estas condiciones adecuadas no sólo redundaría en beneficio de la industria y del empleo que trae aparejado. El desarrollo de una industria sólida afecta de manera muy positiva al resto de sectores de nuestra economía y, por ende, al conjunto de la sociedad.

El sector industrial es el que mayores relaciones intersectoriales genera. Por cada euro producido en el sector industrial, éste realiza compras directas al conjunto del tejido productivo por valor de 74 céntimos. Además, por cada euro en que se incrementa su demanda final, se genera un incremento de algo más de tres euros en la producción total de la economía, teniendo en consideración los efectos directos e indirectos.

Por todas estas consideraciones y sabedores de la importancia de la industria en nuestra economía, CEOE, a través de su Comisión de Industria, ha considerado oportuno y necesario elaborar un Plan de Competitividad industrial con el consenso de todos los sectores y territorios, que permita establecer este marco tan necesario para el desarrollo de una industria sólida, competitiva, comprometida con el medio ambiente y con la sociedad, y que, en definitiva, ayude a cimentar las bases para el futuro de un sector tan necesario para la economía española.

En este documento se incorporan las propuestas que, a juicio de nuestras organizaciones, necesita la industria española para soportar el más que adverso escenario por el que atraviesa el comercio internacional y el sistema financiero mundial. Sólo estableciendo unas condiciones favorables a las iniciativas emprendedoras generadoras de riqueza y empleo seremos, entre todos, capaces de mantener y mejorar un sector industrial que, en muchos casos, ha servido de ejemplo a nivel mundial.

En el Plan de Competitividad Industrial de CEOE se establecen propuestas concretas en materia laboral (flexiseguridad, absentismo, costes laborales, empleo y contratación) y en materia formativa (enseñanza reglada, formación profesional, formación para el empleo). También merecen capítulo aparte las propuestas respecto al marco energético y al marco regulatorio y administrativo. Se analizan aspectos clave para la mejora de la competitividad como la investigación, desarrollo e innovación, la sostenibilidad industrial, el desarrollo de infraestructuras (logística, puertos, transporte por carretera, ferrocarril, infoestructuras) y la fiscalidad, todo ello sin olvidar el capítulo dedicado a la necesidad de financiación (acceso a capitales, morosidad). Por último, se definen propuestas en el área de internacionalización, dada la vocación exportadora de este sector.

Las propuestas que este Plan incorpora integran el sentir de todos los sectores industriales representados en la Comisión de Industria de CEOE y se presentan en este documento todas ellas con un objetivo común: mejorar nuestro sector industrial.

José Miguel Guerrero Sedano. Presidente de la Comisión de Industria de CEOE

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