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Cinco Sentidos

Maniáticos y excéntricos, la patología de los millonarios

Además de dinero, algunos ricos comparten un perfil similar: el narcisismo y la obsesión

Excentricidades hay muchas, pero las de algunos políticos, que dirigen la vida de millones de personas, claman al cielo. Creerse que los discursos maratonianos de Fidel Castro son escuchados con avidez por el pueblo o pensar que la televisión puede estar emitiendo 24 horas al día la imagen de Hugo Chávez significa tener un ego demasiado grande. En opinión de David Rothkopf, autor de El Club de los Elegidos, existen rasgos en común entre las personas prósperas y poderosas "que no coinciden exactamente con nuestra idea de lo que es la cordura".

Aunque Enrique García Huete, director de Qualities Psicólogos, matiza. "No todo el mundo que pertenece a la élite del éxito tiene una personalidad patológica, hay empresarios millonarios, científicos que han conseguido el Nobel, que lejos de presentar estas características cuentan con una forma de ser absolutamente normal". Y es cierto, pero en el reducido número de los poderosos hay rasgos que imperan.

Si los fracasados suelen padecer neurosis, las personas con éxito "son meticulosas y presentan en algunos casos síntomas de adicción al trabajo", explica el psicólogo, antropólogo y consultor Michael Maccoby en el libro antes citado. García Huete destaca "el alto coeficiente intelectual, la inteligencia emocional, grandes habilidades sociales y de comunicación, empatía y conciencia de uno mismo" como los rasgos más positivos y el otros, como los que se citan a continuación, como los más negativos:

- Narcisistas. El psicólogo Maccoby citaba a empresarios como Bill Gates, Andy Grove, Jeff Bezos y Jack Welch, como los descendientes líderes de la historia (Napoleón Bonaparte, Mahatma Gandhi o Franklin Delano Roosevelt). Desde su punto de vista, el narcisismo no es malo en sí, pero tiene un aspecto oscuro, como lo vio Freud, consistente en ser "emocionalmente retraídos y muy desconfiados". Además, cuando advierten una amenaza, pueden reaccionar con ira. Es el caso del creador de Apple, Steve Jobs, cuyo miedo a la competencia hace que encierre y aísle a los colaboradores que están desarrollando un nuevo proyecto.

- Ahorradores. Por no decir tacaños, porque si algo tienen en común casi todos los millonarios es el gran apego al dinero, incluso aunque les sobre. No se salen de los presupuestos marcados y aprovechan cualquier ocasión para propiciar que les salga gratis cada jugada. También los hay generosos como Bill Gates, aunque con ello también ganan un perfil filantrópico, que los convierte en más líderes todavía. En este sentido, el psicólogo Javier Martínez, afirma que recientemente se hizo un estudio de hábitos entre las personas más ricas de Mahattan y se pudo observar cómo la mayoría exigía al servicio doméstico que comprara en los supermercados donde se admitían los vales de descuentos que aparecían en los periódicos. "Además, como suelen ser personas que desde pequeños, les han dado todo, esperan regalos y dádivas como muestra de hacer valer su reconocimiento", añade Huete.

- Perfeccionistas. Compran libros de autosuperación, como los 7 Hábitos de la gente altamente efectiva, de Steven Covey. Además, buscan constantemente maneras de ayudar a la gente a escuchar mejor, resolver conflictos y encontrar oportunidades en las que todos ganan. Crean y mantienen el orden.

- Arriesgados. El profesor de la Northwestern University, Adam Galinsky, realizó una serie de estudios que demostraba que quienes ostentan el poder tienen más apego al riesgo que los que no poseen ningún poder. Se cumple el fenómeno de que "nada genera más éxito que el propio éxito".

l Estrictos. Se caracterizan, además, por tener una conciencia estricta. Como hombres de negocio, lanzan empresas pero carecen de la visión y la audacia para convertir una buena idea en una gran idea, aunque no todos. Procuran que todos sigan sus instrucciones.

l Depresivos. "Liderar un país, una compañía, un ejército o una iglesia es una especie de deporte extremo donde se afrontan situaciones de riesgo que producen endorfinas diariamente y se llega a depender cada vez más de ella", explica Rothkopf. Por esta razón, los psiquiatras observan que cuando políticos o personajes públicos dejan de estar en la cresta de la ola, a menudo entran en cuadros depresivos. "Son buscadores de sensaciones, que necesitan el reconocimiento de los otros. Cuando éste no llega, pero tienen un respaldo económico fuerte, no les afecta porque buscan la excitación por otros canales. Lo malo es cuando esa fama se esfuma y no hay ningún prestigio, profesión o apoyo financiero detrás. Entonces suelen hundirse", explica el responsable de Qualities Psicólogos.

Visionarios o simplemente algo chalados

Richard Branson, nacido en 1950, creó Virgin a los veinte años. Empresario hecho a sí mismo se ha caracterizado siempre por sus "locuras" y ser un visionario adelantado a su tiempo. De hecho, Branson será el primero en comercializar viajes al espacio. Amigo de Nelson Mandela y Peter Gabriel, con quien creó un grupo de "líderes", según se autodenominan en la web, los Elders, Branson ha demostrado un ingenio como pocos.Los caprichos abundan más entre las estrellas. De sobra es conocida, las rarezas de los Rolling Stones, que llevan hasta sus propios muebles para el backstage (incluyendo la mesa de ping pong, pin-ball flippers y videojuegos que los acompañan). Solicitan también decenas de autos con vidrios polarizados, varios camerinos detrás del escenario -con refrigeración y baño-, 600 toallas, cientos de litros de alcohol.

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