Unos 10.000 afectados por el corte del AVE Madrid-Sevilla
Renfe tuvo que suspender el servicio de varias líneas ferroviarias, entre ellas, la línea de Alta Velocidad entre Madrid-Sevilla y Málaga, desde las 20 horas del lunes hasta las 16 horas de ayer martes. Un temporal con fuertes lluvias, que dejó importantes daños materiales, obligó a cerrar el tramo de vías en la provincia de Toledo, entre La Sagra y Yeles.
"El agua provocó el desguarnecido de la vía a lo largo de dos kilómetros de la línea, con arrastre de material además de quedarse embalsada en buena parte de ese trazado", señaló el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) en una nota.
En total, se vieron afectados 9.890 viajeros. Durante la noche del lunes no pudieron realizar su servicio con normalidad unos 16 trenes y otros 68 convoyes, 39 de larga distancia y 29 de media, no pudieron completar su trayecto normalmente durante el día de ayer.
Tal y como explicó Magdalena Bodelón, directora del Corredor Sur en Renfe, el lunes se optó por la estación más cercana para evacuar a los viajeros, incluso cuando era necesario retroceder. Después, se trasladó a los pasajeros hasta su destino en autobús. Si no habían iniciado el recorrido, se ofreció la devolución del dinero o un billete para otro día.
Ayer, los viajeros cubrieron la ruta entre Toledo o Ciudad Real y Madrid en autobús. Como estas estaciones "no tienen la misma capacidad que Atocha (Madrid), se ha decidido juntar trenes de dos en dos para que pudieran continuar", afirmó Bodelón.
Para cubrir el plan alternativo de transporte Renfe ha contratado unos 50 autobuses que han rotado, trasladando pasajeros a lo largo del trayecto Madrid Toledo.
Los trayectos que comunican la capital con Cádiz y con Huelva, y que por lo general circulan por la vía de alta velocidad, siguieron funcionando por vía convencional.
Trabajos
Más de 100 técnicos y especialistas de los equipos de mantenimiento y reparación de la vía del Adif han trabajado para la recuperación de una de las dos vías, reponiendo el material arrastrado por la riada, achicando el agua embalsada y limpiando lodos.