CAI ganó 29,7 millones hasta junio, el 30% menos, por provisiones voluntarias
Caja Inmaculada obtuvo en el primer semestre del año un beneficio neto de 29,7 millones de euros, lo que supone una reducción del 30% respecto al mismo periodo de 2008, después de destinar 24 millones a provisiones voluntarias, ha informado la caja de ahorros aragonesa en un comunicado.
El resultado recurrente ascendió a 42 millones de euros, el 2% más, mientras que la inversión crediticia creció el 4%, hasta 8.761 millones, y los recursos de clientes aumentaron el 12 por ciento, hasta 9.432 millones. CAI destaca que, "pese a la adversa coyuntura", en el primer semestre formalizó operaciones crediticias por 1.467 millones de euros.
Los créditos dudosos ascendieron al 4,43%, "por debajo de la media de las cajas", con lo que la cobertura de los mismos es del 59%, también "superior a la del sector". "En previsión del posible deterioro que la situación económica pueda generar", CAI destinó en el semestre 63 millones a dotaciones, de los que 24 millones corresponden a voluntarias.
Para el conjunto del año, CAI prevé una "importante desaceleración de la actividad, especialmente en el crédito, y beneficios inferiores a los obtenidos en los ejercicios anteriores". Por ello, la caja aragonesa mantendrá el esfuerzo de dotaciones "para hacer frente a los activos dudosos".
La entidad financiera resalta su "holgada posición de liquidez", con un saldo de 1.230 millones de euros, equivalente al 11% del activo, sin que la caja tenga vencimientos de emisiones en todo el ejercicio.
CAI también destaca que sus niveles de solvencia se mantienen "muy elevados", con un coeficiente de recursos propios del 13,13%, con 410 millones de euros por encima del mínimo exigible, y un "core capital" -uno de los ratios más utilizados para medir la solvencia y que hace referencia a los activos de mayor calidad- del 8,50%.
CAI cerró el semestre con una plantilla de 1.323 empleados y una red comercial de 248 oficinas y 398 cajeros automáticos.