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Pequeños gigantes / Riudavets

Abarcas insulares muy 'cool'

Un producto humilde en una isla pequeña como Menorca. æpermil;stos eran los mimbres de Riudavets. Pero la calidad y el diseño han puesto este calzado de moda en todo el mundo.

Ser consciente de que se cuenta con un buen producto, aunque sea sencillo, y mantenerlo, es el primer paso para marcarse grandes objetivos. Riudavets se los marcó y los ha conseguido con un calzado de origen humilde como la abarca y desde una pequeña isla como Menorca. Persistir en la calidad, ofrecer un valor añadido para diferenciarse de la competencia y saltar al mercado internacional aprovechando las nuevas tecnologías son la receta de su éxito.

Con una larga tradición familiar -los hermanos Amalio, José Luis y Margarita forman hoy la tercera generación-, la empresa ha pasado de ser un pequeño taller en el pueblo menorquín de Alaior a disponer de una estructura de distribución y logística que le permite llegar hasta los mercados de países como Italia, Francia, Reino Unido, Holanda o Japón. Con un pedido a través de internet, un par de abarcas Riudavets le llegan a su domicilio en España en 24 horas y en no más de 72 si han de ir al extranjero.

"Nuestra apuesta más importante a partir de esta década ha sido salir, salir y salir fuera", explica Amalio Riudavets, "perder el miedo de la empresa a vender y ofrecer en el exterior nuestros productos, porque sabemos hacerlos bien y porque es importante tener una mentalidad global". "La abarca es un calzado exclusivo para el verano, pero cuando en Menorca es invierno en otros lugares del mundo disfrutan de la temporada estival", ejemplifica.

En 2008 la empresa facturó 800.000 euros en zapatos sólo en el mercado nacional y vendió 50.000 pares

En el ejercicio pasado Riudavets facturó más de 800.000 euros en zapatos sólo en el mercado nacional, vendiendo alrededor de 50.000 pares. La venta online, pero puesta en marcha hace sólo cuatro años a través de www.riudavetsmenorca.com, supone ya el 10% de la facturación total, además de permitir el reconocimiento internacional de la firma, aunque ésta mantenga sus tiendas colaboradoras y puntos de venta habituales. "Si no puede visitar Menorca, Menorca visitará sus pies", fue el lema inicial de la página web.

Riudavets tiene ahora subcontratada buena parte de su producción en talleres que se reparten entre Menorca y la Península a los que les exige que cubran su nivel de calidad. Sin contar a los trabajadores de estos talleres, la empresa dispone de tan sólo diez asalariados entre el personal de sus oficinas y el departamento de distribución, a los que hay que sumar los comerciales y el equipo de diseño.

Llegar a estas cifras no ha sido fácil para una empresa tradicional situada en una pequeña isla, más si cabe cuando no tiene la exclusividad en la fabricación de la tradicional abarca. "A principios de los años noventa", recuerda Amalio Riudavets, "se sumaron bastantes fábricas y talleres a la confección de la abarca pero, creo que se puede decir claro, no se respetaron ni las calidades ni las cualidades de este calzado, lo que a nosotros nos llevó a exigirnos aún más nuestros patrones tradicionales. Eso fue un primer paso para una diferenciación en calidad por parte de nuestra marca", subraya.

Riudavets ha dado otro paso, quizá definitivo en este objetivo, al apostar de manera decidida desde hace un par años por la colaboración con ilustradores y diseñadores de prestigio para combinar modernos diseños en un formato tradicional. "Un producto atrevido para personas atrevidas", resume Amalio sobre la incorporación de un valor añadido a la abarca que ha empujado a Riudavets al mercado internacional.

Es el caso de la colección "Fiesta de Pies" de Antonio Fernández-Coca, un salto inmenso para el reconocimiento de la marca en los principales soportes de tendencias de moda a partir del año pasado. El propio diseñador explica cómo se llegó a la colaboración. "Este tipo de proyectos surge en ocasiones por necesidad de las dos partes, y éste fue el caso. Riudavets quería desmarcarse de la competencia de una forma destacada y original, y yo hace tiempo que busco que mis ilustraciones estén en productos muy cercanos a la gente. Y así nos encontramos".

La idea de la colección fue sencilla para el diseñador. "Es un calzado especial, y pensé ¿para qué me lo pondría yo?", cuenta, y responde: "Pues para jugar e ir a la playa, donde se puedan mojar las abarcas. De ahí el estilo divertido y fresco, que por otra parte es el que me caracteriza". Así surgieron tres modelos "madre" con nombre de sendas onomatopeyas: Plaf, Splash y Chap Chap. Realizada para la temporada de ventas de 2008, la colección tuvo un impacto de imagen importante para la empresa tradicional que se tradujo en el aumento de ventas. Este año se ha mantenido el buen resultado y ya está a la venta la tercera tirada. Y, además, preparan una nueva colección para el año que viene "Riudavets by Fernández-Coca.com".

El diseñador, que también es profesor universitario en Ciencias Empresariales y trabaja en proyectos tan distintos como la imagen corporativa de compañías energéticas -por ejemplo, Unión Fenosa-, fundaciones de hospitales infantiles, etiquetaje de colecciones de vino o la producción de dibujos animados, asegura que "desconocía este mundo, aunque curiosamente mi abuelo era zapatero, y al principio entendí que el diseño de calzado no sería complicado". "Lo sigo pensando ahora", añade, "aunque admito que tampoco ha sido fácil".

Su balance con Riudavets, como no puede ser de otra forma, es positivo. "El producto lo es todo, la abarca es uno muy bueno, de calidad y con un precio competitivo al alcance de todo el mundo. Como diseñador, además, el soporte para las ilustraciones ha resultado perfecto".

Por lo que se refiere a Riudavets, Amalio, representante de la tercera generación, avanza sobre sus planes de futuro. En concreto, afirma que "ahora que contamos con una buena marca, mantenemos el buen producto y estamos rodeados de buenos colaboradores, tan sólo pretendemos consolidarnos en esta posición para seguir con nuestra expansión y que el calzado llegue a nuevos mercados".

Del trabajo en el campo a internet

Resistente, cómodo y sencillo, la abarca (avarca en menorquín) es un calzado que durante muchos años utilizaron los trabajadores en el campo de la isla de Menorca. Confeccionado con piel de vacuno y suela de goma, tradicionalmente sólo se encontraba en los colores beis y azul. Las pequeñas empresas familiares han mantenido hasta hoy su fabricación, llegando a convertirse en un objeto de consumo, marcado por las modas y el diseño, y disponible en todo el mundo gracias a su distribución a través de internet.En el caso de la familia Riudavets, la empresa está hoy en manos de la tercera generación dedicada a la fabricación de la abarca y otros tipos de calzado típicos de la isla.Allá por el año 1920, José Riudavets Pons creó desde el predio de Binixems, en el municipio de Alaior, su propio taller de zapatos a medida. Más tarde abría su primera tienda al público, en la que combinó la fabricación a medida con la venta de los modelos tradicionales del campo menorquín. Su tienda era conocida como Cas Sabater Pagés.La segunda generación, formada por Antonio y José, se repartió las tareas de forma que el primero se centró en el mantenimiento de la confección de zapatos artesanales a medida y el segundo, por su parte, en la comercialización de los diferentes modelos típicos, entre ellos, la abarca. Eran los años sesenta y el boom turístico propició que este curioso calzado traspasase fronteras.La actual generación de Riudavets ha dado el paso definitivo para dar al producto un valor añadido.

Datos básicos

Diversificación. Puede que sea por la fórmula que siguieron las anteriores generaciones, pero el caso es que Riudavets no se ha centrado exclusivamente en la confección y venta de la abarca, que es un calzado preferentemente para el verano, sino que también ha trabajado en la explotación de otros modelos tradicionales y rústicos menorquines como la bota, la frailera o el zapato cerrado. No obstante, los responsables admiten las dificultades para que el producto estrella no siga siendo el que acapare la inmensa mayoría de las ventas de la empresa.Los 'detalles'. La compañía subraya que ha mantenido un nivel de calidad irrenunciable que es lo que la ha diferenciado de otras fábricas y talleres dedicados a la abarca. Estos "detalles", fundamentales para la empresa, son varios: es el caso de la suela neumática, la colocación de la pala delantera de forma que no se vean los dedos de los pies -pues la apertura de delante es para ventilar el pie, remarcan-, el cosido lateral siempre tapado como empezó a hacer el primer Riudavets y, también, la plantilla interior de serraje para que, de esta forma, absorba el sudor del pie.Los cuatro ejes. La tercera generación de Riudavets asegura tener claros cuáles son los cuatro ejes que definen el éxito que está obteniendo la empresa. El primero, y fundamental, es el hecho de ofrecer un producto de calidad que prácticamente se confecciona todo a mano. En segundo lugar, centrarse en el servicio al cliente tanto en la preventa como en la posventa. Como tercer eje, la logística desempeña ahora un papel fundamental. En concreto, a través de acuerdos con las principales empresas de este sector. De esta manera, se atienden los pedidos mucho más ágilmente. Por último, la innovación es lo que ha permitido a la empresa la incorporación de un significativo valor añadido.

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