La Seda anticipa un punto de inflexión en sus resultados del semestre
La Seda contabilizó un resultado de explotación (Ebitda) de 29,4 millones de euros en el área de envases en el primer semestre. Esta actividad es el eje central del plan de viabilidad futuro.
La Seda recupera el pulso. El presidente del grupo químico, José Luis Morlanes, quiso mostrar un mensaje de esperanza en la junta del pasado sábado con un solo dato. Los resultados del primer semestre, que aún no han sido depositados en la CNMV, señalan un incremento de la actividad en la división de envases, con un beneficio de explotación positivo (Ebitda) de 29,4 millones de euros.
Esta área concentra buena parte de las esperanzas de la empresa y del plan de viabilidad presentado a la banca, que este mes de agosto está auditando Pricewaterhouse. La Seda prevé reducir a la mitad la capacidad de resina PET (550.000 toneladas), mientras prevé aumentar de 400.000 toneladas a 500.000 la de envases, manteniendo abiertas las ocho factorías de preformas de botellas. De esta forma, y a pesar de las disputas que se han vivido en los últimos meses en el seno de la empresa, la generación de un Ebitda positivo en esta división es "muy importante", aseguró Morlanes. "Es aún un nivel de rentabilidad muy reducido, ya que nuestra intención pasa por generar entre 120 y 130 millones de Ebitda anual", argumentó el directivo. "Pero hay que tener en cuenta que, ante la actual situación de comprar la materia prima al contado y vender a plazo, alcanzar este beneficio es muy relevante", añadió.
Morlanes explicó que ya en el primer trimestre del año se detectó una recuperación del nivel de existencias (stock) de los clientes. A esta leve recuperación del consumo hay que añadir la drástica reestructuración del sector, con el cierre de 11 factorías en todo el mundo, cinco de ellas en Europa. Esto ha supuesto un cierre de un millón de toneladas, además de una cancelación de nuevos proyectos por valor de otros dos millones de toneladas. También ha ayudado la caída de las importaciones, que en los últimos años ha provocado el hundimiento de los precios en Europa.
José Luis Morlanes no quiso adelantar más datos de los resultados semestrales. La Seda obtuvo entre enero y junio de 2008 un beneficio atribuido de 11,2 millones, experimentando ya una caída importante frente a los 27,3 millones de los primeros seis meses de 2007. El Ebitda de todo el grupo en junio del año pasado se situó en los 79,09 millones, un 59% más que los 49,6 millones de 2007. Esta última evolución se explica por las adquisiciones realizadas a finales de 2007, especialmente la incorporación de las plantas de APPE. El incremento de la consolidación también impulso la facturación un 50%, hasta los 927,5 millones contabilizados en junio de 2008.
Diversificación
Además de la reordenación del negocio actual, ampliando las actividades de mayor valor añadido, La Seda pretende diversificarse en otros sectores que no sean el de botellas y embalaje. Se trata de potenciar una vieja idea esbozada por el expresidente Rafael Español, consistente en incrementar el I+D para ganar terreno progresivamente al vidrio en sectores como el de construcción y automoción.
Para conseguirlo, mantendrá el centro de I+D de Brecht, Bélgica. Otro punto del plan estratégico prevé aumentar la producción de PET reciclado, con una inversión de cinco millones para incrementar la capacidad hasta las 100.000 toneladas. El objetivo final es conseguir PET con un 25% de producto reciclado. Además, este objetivo se convierte en defensa sobre las importaciones.
La competencia viene de Oriente Próximo
Por una vez, el peligro de futuro de las importaciones no viene de los mercados asiáticos. Aunque el producto de fuera de Europa se ha reducido en los últimos meses, la zona que está aumentando su verticalización desde la producción petrolera hasta las especialidades se sitúa en Oriente Próximo. Países como Egipto o Turquía (La Seda cuenta con una planta en este país) preparan inversiones en este sentido. De hecho, la compañía española conoce esta tendencia de primera mano, al contar en el consejo con la presencia de Musab Mohamed Al Mahruqi, representante de Oman Oil, que cuenta con una participación del 5,99% en el capital de La Seda.El plan de futuro avisa que la viabilidad de la planta de San Roque (Cádiz) depende en buena parte de la reducción de costes laborales, materias primas y servicios energéticos para poder afrontar la creciente competencia de los productores de Oriente Próximo.Con todo, uno de los principales rivales de La Seda en el sector se ubica un poco más lejos, aunque cuenta con fábricas en Europa. Se trata de Indorama, con sede en Yakarta (Indonesia). La Seda firmó hace meses un protocolo de intenciones para colaborar con este grupo.
Precios
El grupo también se ha beneficiado de una cierta estabilidad del precio del petróleo en los últimos meses. Las elevadas variaciones registradas entre julio y diciembre de 2008 provocaron un fuerte deterioro de los activos en la formulación de las cuentas.