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Columna
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El empleo en EE UU, un falso amanecer

El optimismo acerca del pequeño declive de la tasa de desempleo estadounidense es prematuro. La Bolsa experimentó un pequeño rally después de que el Gobierno anunciase que el dato ha caído del 9,5% al 9,4%. Lo que pasa es que este descenso lo causó el declive en la fuerza laboral, cosa que no es una señal de recuperación económica. El caos monetario y fiscal podría derivar en una recuperación titubeante y con el mantenimiento de la destrucción de empleo.

Los 247.000 empleos destruidos en julio están diversificados sectorialmente. Sólo la sanidad registró un aumento de empleados (20.000). El sector de la construcción perdió a 76.000 trabajadores, menos que en los primeros meses del año, ya que la construcción de viviendas ha empezado a estabilizarse. Las manufacturas han perdido sólo 52.000 empleados, menos que en otros meses debido, en parte, a que para julio las automovilísticas no necesitaban despedir a tanta gente -tampoco quedaban demasiados a los que despedir-. Aunque disminuyó el número de empleados, la tasa de desempleo (calculada vía encuesta telefónica) también cayó porque la población activa bajó en 422.000 individuos. Esto reflejó un aumento en el número de trabajadores "marginalmente vinculados a la actividad" que no han buscado empleo en los últimos 12 meses, que creció en 709.000 en los 12 últimos meses hasta los 2,3 millones. La tasa de participación de la población activa (los empleados o desempleados que buscan trabajo) ha caído en un 1,3% desde julio de 2008.

Yendo más allá, el empleo será difícil de recuperar. Puede que en el próximo trimestre la producción automovilística y el empleo se beneficien del programa de "dinero por cacharros", pero eso sobre todo estirará la producción de trimestres futuros.

Dos factores mantendrán la economía atrás. La política monetaria ha sido extremadamente expansiva, con excesos de reservas en el sistema bancario por valor de 700.000 millones de dólares. La Reserva Federal se tendrá que apretar el cinturón a medida que aumenten las presiones sobre los precios. En los mercados de bonos a largo plazo, los déficits de los presupuestos federales de más del 10% el PIB en 2009 y 2010 ya están empezando a impulsar las tasas al alza, cosa que se exacerbará a medida que la actividad económica se vaya recuperando.

La caída del empleo se ha suavizado, sí, pero puede que EE UU no experimente creación de empleo durante un tiempo.

Por Martin Hutchinson.

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