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Ejecutivo

El PIB cayó entre abril y junio la mitad que en el primer trimestre

El PIB español cayó entre abril y junio entre un 0,8% y un 0,9%, aproximadamente la mitad que en el primer trimestre del año, cuando registró un descenso en tasa intertrimestral del 1,9%, según las estimaciones que maneja el Gobierno, que basa estas mejores expectativas en el aumento de la confianza de los consumidores y en los efectos del 'Plan E', informaron fuentes gubernamentales.

Las previsiones del Ejecutivo coinciden con la de la mayoría de los analistas, que consideran que la fase más baja del ciclo se registró en el primer trimestre del año. Así, el Banco de España estima que la caída del PIB en el segundo trimestre fue del 0,9% en tasa intertrimestral (frente a la caída del 1,9% del trimestre anterior), si bien en tasa interanual pronostica un descenso del 4%, un punto más que entre enero y marzo.

Este viernes, el Instituto Nacional de Estadística (INE) dará a conocer el avance del PIB del segundo trimestre del año, aunque habrá que esperar al próximo 27 de agosto para conocer el dato definitivo.

Según el análisis que realiza el Gobierno, en 2009 el PIB no registrará crecimientos positivos en ningún momento y habrá que esperar hasta el segundo trimestre de 2010 para comenzar a ver tasas intertrimestrales con signo positivo, aunque aún a ritmos muy bajos. De hecho, el Ejecutivo prevé una caída del 3,6% del PIB este año y un descenso del 0,3% el que viene.

Para el Gobierno, el principal problema que afronta en este momento la economía española es la caída de la demanda interna (según el Banco de España descendió un 6% en el segundo trimestre), tanto del componente de consumo como de inversión, lo que está siendo contrarrestado sólo en parte por el sector exterior, que según las estimaciones del instituto emisor, habría crecido un 2,4% entre abril y junio.

El Ejecutivo contempla también que los tipos de interés permanecerán bajos durante bastante tiempo (ahora se sitúan en el 1%), aunque muestra su preocupación por el hecho de que el Banco Central Europeo comience a endurecer la política monetaria cuando todavía la economía española no haya comenzado su proceso de recuperación.

En este sentido, indica que la asimetría de crecimiento que presenta España respecto a las principales economías europeas y los pronósticos que apuntan a que saldrá más tarde de la crisis pueden llevar a que el inicio de la subida de tipos perjudique la recuperación del crecimiento español.

Sobre la evolución de la inflación, que según el indicador adelantado del INE se situó en el -1,4% en julio, el Gobierno prevé que se sitúe en tasas positivas a finales de año, por lo que descarta que vaya a producirse un proceso deflacionario.

Finalmente, apuesta por flexibilizar algunos aspectos del mercado laboral, como la contratación a tiempo parcial, así como por buscar fórmulas alternativas entre empresarios y trabajadores para evitar la pérdida de puestos de trabajo, si bien admite que dichas alternativas formarían parte de la negociación colectiva, ámbito reservado a patronal y sindicatos.

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