Vacaciones a medio gas
Si normalmente es difícil que los altos ejecutivos puedan desconectar totalmente de sus oficinas en vacaciones, este año está siendo especialmente duro para los altos directivos de las cajas de ahorros. La razón es obvia, pues a las dificultades del negocio que ya se empiezan a notar en muchas cuentas de resultados o en los índices de morosidad, se suma el baile de fusiones y operaciones corporativas que se ha destapado tras la aprobación del FROB. Y el hecho evidente de que en las cajas no se han tomado vacaciones a tiempo completo es la disponibilidad de un buen número de altos ejecutivos para contestar al móvil. Y confiesan que están conectados con su oficina bien por internet bien por teléfono. Y, por supuesto, todos han recortado el número de días libres.