Contra el recibo mensual
La polémica decisión del ministro de Industria, Miguel Sebastián, de obligar a las eléctricas a facturar la luz cada mes, cuando desde la noche de los tiempos se venía cobrando de forma bimestral, sigue levantando ampollas entre los consumidores.
El encarecimiento por las dos subidas de tarifas este año y del cobro de consumos embalsados por falta de una lectura periódica por parte de las empresas (ahora están obligadas a leer el contador cada dos meses) impide el efecto psicológico que el ministro perseguía: que, al ser mensual, el cliente tuviera la sensación de pagar menos. El rechazo es tal, que, según algunas eléctricas, muchos de sus clientes abandonan la tarifa y pasan el mercado libre con la condición de que la comercializadora (libre) le vuelva a pasar los recibos cada dos meses o más.