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Pequeños Gigantes

Un aspirante vasco a completar el circuito de F1

Epsilon Euskadi cubre, en el automovilismo deportivo, un circuito que empieza por formar e investigar y acaba en fabricar y competir.

Dos equipos españoles aspiran a entrar en F-1
Dos equipos españoles aspiran a entrar en F-1Cinco Días

Joan Villadelprat llegó a Azkoitia (Guipúzcoa) en 2004, al reclamo de unos inversores atraídos por su currículum en el circo de la Fórmula 1 (F-1). En 30 años de carrera profesional pasó por varias escuderías (McLaren, Ferrari, Tyrrell, Benetton y Renault) y acumuló cinco campeonatos del mundo de pilotos (dos de Schumacher, dos de Prost y uno de Lauda) y otros tres de constructores de monoplazas. Asentado entre las montañas que rodean a Azkoitia, pero sin perder su origen catalán, Villadelprat quiso darle otro aire a Epsilon Euskadi, y ante las diferencias con los accionistas decidió tomar la mayoría en el capital y liderar el proyecto.

Su plan, orientado al automovilismo de competición, se basa en cuatro bloques. El primero consiste en la formación de profesionales para que puedan desenvolverse en los circuitos de todo el mundo. En Azkoitia imparten el máster de posgrado Metca, en colaboración con la Universidad de Mondragón. Cada año, unos treinta ingenieros consiguen este título, después de recibir clases prácticas relacionadas con la construcción y mantenimiento de monoplazas deportivos.

Los estudiantes pueden participar con la plantilla de Epsilon Euskadi en Azkoitia en la investigación de nuevos prototipos de cuatro ruedas y en el desarrollo de componentes para esos vehículos. La fase final del guión de Villadelprat incluye la construcción de monoplazas y la adrenalina última de la competición, el estímulo para el que trabaja toda el circuito anterior, desde el arranque inicial de la formación.

Todo este esquema se ha reforzado con la construcción de un nuevo centro de innovación en el Parque Tecnológico de Miñano, que supone una inversión de 60 millones de euros. Si Epsilon Euskadi cuenta en las instalaciones de Azkoitia con una superficie útil de 4.000 metros cuadrados, en Miñano dispondrá, cuando esté a pleno rendimiento, de 17.000 metros cuadrados para sus desarrollos en automoción. La empresa, con 75 empleados entre Azkoitia y Miñano, quiere alcanzar una plantilla de 200. Y ampliar su programa de másteres, con la especialidad de aerodinámica. Villadelprat quiere formar al doble de ingenieros que ahora, para que por sus clases pasen unos sesenta estudiantes cada año.

Vitoria es la lanzadera de Epsilon Euskadi para entrar en el circo de la Fórmula 1. En junio pasado se quedó a las puertas, porque la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) no aprobó su solicitud para poder estar en la línea de salida con el resto de equipos la próxima temporada (la FIA sí dio su autorización a otro combinado nacional, el liderado por Adrián Campos).

Jordi Catón, director comercial de Epsilon Euskadi, asegura que "seguimos trabajando" para poder competir finalmente en F-1. "Estamos muy bien preparados y en algún momento tendremos nuestra oportunidad". El mapa empresarial de la F-1 estuvo a punto de saltar por los aires en junio pasado por la rebelión de ocho escuderías que plantearon el desarrollo de un mundial propio, aparte del circuito de FIA. Finalmente firmaron un pacto. El grupo vasco, por si hay más movimientos, sigue "reforzándose internamente", según Catón.

Joan Villadelprat reconoce que la crisis económica está influyendo en los presupuestos de patrocinio deportivo de las empresas. Epsilon Euskadi consiguió financiación para el monoplaza de desarrollo propio con el que corrió en la edición de 2008 de Las 24 Horas de Le Mans, la principal carrera de resistencia del circuito internacional. El prototipo que ha diseñado para este año se ha tenido que quedar en el cajón.

Un túnel de viento para todos los sectores y deportes

En el centro de Miñano, la instalación puntera en tecnología es el túnel de viento, en servicio desde el pasado mes de marzo. Joan Villadelprat declara que un constructor automovilístico (sin desvelar la marca) ya ha probado la resistencia al viento de un nuevo coche deportivo. Catón avanza que la marca en cuestión "ha salido encantada de las pruebas" realizadas en Miñano. ¿Con qué elementos cuenta este equipo? Un ventilador con potencia de hasta 660 kilovatios, conseguida por la rotación de unas palas que miden 4,2 metros. Esta unidad arroja aire a un circuito cerrado con una longitud de 48 metros (y 16 metros de ancho y otros 8 metros de alto). El suelo se mueve y el coche está parado, y el viento que impacta en la carrocería puede alcanzar una velocidad de hasta 260 kilómetros por hora. Es la simulación perfecta. Este banco de pruebas no sólo vale para el automovilismo, los ciclistas también pueden mejorar sus técnicas en el tubo de Miñano. Y otros sectores empresariales también se han interesado por sus pruebas. Este verano, Epsilon Euskadi ha firmado un acuerdo de colaboración con un fabricante de aerogeneradores, los molinos de vientos que absorben energía del aire en los parques eólicos. Pero los edificios también pueden hacer sus pruebas de resistencia al viento en Miñano, al igual que las redes ferroviarias.

La importancia de la marca en la empresa

Catón lo repite con insistencia. "La marca es lo que más vale de una empresa. Es un intangible que decide muchas operaciones de compra" en el mundo del automóvil. Epsilon Euskadi lucha por situarse en la primera división del circuito deportivo. Su inclusión en el circo de la F-1 le hubiera abierto muchas puertas, pero los técnicos de la empresa en Azkoitia y Miñano no bajan los brazos.Catón, que en su juventud fue piloto de carreras, coincidió en aquella época con Villadelprat, entonces técnico mecánico en una de las numerosas escuderías por las que ha pasado. En el mundo deportivo de las cuatro ruedas "no tenemos complejos. No sabemos menos que los alemanes, ingleses o franceses. Nuestro objetivo es el de generar una marca de país".Catón también recuerda sus tiempos de comercial de una multinacional estadounidense. "Con esa nacionalidad, como proveedor tecnológico, se te abrían todas las puertas. Al representar a una empresa en cuya tarjeta no pone Estados Unidos, Japón o Alemania, por ejemplo, las reticencias son mayores". En el circuito del automovilismo deportivo, las inversiones son muy grandes, y los patrocinadores quieren garantizar la rentabilidad de las mismas. "Y siempre apuestan por las marcas conocidas y que les dan confianza", añade Jordi Catón.De ahí que la apuesta de Epsilon Euskadi sea la de consolidar una marca. Por eso ha montado el citado circuito integral de formación, investigación, fabricación y competición. Para abrirse un hueco entre escuderías como Renault, Ferrari, McLaren y otras. Epsilon Euskadi ya ha demostrado su capacidad para construir prototipos (como el de la imagen). Un ejemplo evidente en este sentido se ha podido ver en pruebas como la edición de Las 24 horas de Le Mans del año pasado."La FIA sabe de lo que somos capaces", insiste Catón, "y al final todos estos esfuerzos se pondrán en valor". Epsilon Euskadi compite en el circuito Renault 2000 con sus propios monoplazas y los pilotos Alberto Costa, Nathanaël Berton, Miguel Otegui y, también, el hispano-colombiano Carlos Muñoz. Por su parte, en las World Series se ponen al volante Adrián Vallés y el neozelandés Chris Van Der Drift.

Datos básicos

Facturación. La empresa vasca facturará este año unos doce millones de euros. El nuevo centro de Vitoria permitirá a corto plazo un salto en el volumen de ventas. El túnel del viento de Miñano ya tiene clientes. El primero, un fabricante automovilístico que ha probado allí un monoplaza deportivo.Plantilla. Entre Azkoitia y Miñano se mueven 75 empleados de Epsilon Euskadi. Cuando el centro alavés desarrolle toda su capacidad tecnológica, la plantilla se estirará hasta las 200 personas. De paso, Miñano también aumentará la actividad de formación. Si Epsilon Euskadi imparte sus másteres a treinta ingenieros cada año, con el nuevo centro podrá atender al doble de estudiantes. Estos jóvenes encuentran luego trabajo en los equipos automovilísticos de competición, que colaboran con Epsilon Euskadi en diversos proyectos. Así, el círculo se cierra.Competición. Epsilon compite, con seis pilotos, en las carreras de la Fórmula Renault 2000 y en las World Series. Al volante destacan Albert Costa y el francés Nathanaël Berton.

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