Regulación del chasis
Antes de que la electrónica gestionara todas las funciones de los automóviles, cada coche tenía un carácter fijo y definido: una amortiguación con una dureza determinada, una respuesta fija a las demandas del acelerador o una tendencia mayor o menor a subvirar o sobrevirar. Hoy, en cambio, muchos modelos de gama alta incorporan mecanismos de regulación electrónica del chasis, que permiten al conductor elegir cómo quiere que reaccione su coche. Esto es especialmente útil en los deportivos, porque a la hora de exprimirlos es preciso que su suspensión sea firme, que el acelerador responda con inmediatez o que el cambio sea rápido. Los Porsche disponen de mecanismos de este tipo, y pulsando la tecla "Sport Plus", el conductor puede cambiar la gestión del motor, el umbral de funcionamiento del control de estabilidad, la dureza de la suspensión, y la velocidad del cambio (si lleva el nuevo PDK de doble embrague). Para estas funciones los Ferrari emplean el llamado manettino, un mando giratorio colocado en el volante. En el modelo 430 Scuderia se ofrecen las siguientes posiciones: "suelo deslizante", "Sport", "Race", "CT (control de tracción) off" y "CST (control de estabilidad) off". Así, un conductor puede ir mejorando su técnica e ir pasando de un nivel de dificultad a otro.