La banca europea relajará las condiciones para conceder los créditos en el tercer trimestre
Los bancos comerciales de la zona euro anticipan una relajación de las condiciones impuestas para la concesión de préstamos a los hogares y empresas a partir del tercer trimestre de 2009, según la última encuesta de préstamos bancarios elaborada por el Banco Central Europeo (BCE).
El informe, elaborado entre el 15 de junio y el 3 de julio mediante consultas a 118 entidades de la zona euro, muestra un acusado descenso en el porcentaje de bancos que endurecieron sus condiciones de préstamo a las empresas, así como a los hogares para la compra de vivienda y créditos al consumo.
En concreto, durante el segundo trimestre del año, sólo un 21% de las entidades endureció sus criterios de préstamo a las empresas, frente al 43% del trimestre anterior, mientras que en lo relativo a préstamos a hogares para compra de vivienda el porcentaje fue del 22%, frente al 28% anterior. En la concesión de créditos al consumo, un 21% de los bancos fijó condiciones más restrictivas, cinco puntos menos que en el trimestre precedente.
Asimismo, tanto en los créditos a las empresas como en préstamos a los hogares y créditos al consumo, los bancos de la eurozona pronosticaron "un mayor relajamiento de las condiciones" impuestas a la concesión de financiación.
La encuesta del BCE señala que, si bien esta mejoría en las condiciones de préstamo se vio impulsada por todos los elementos, los factores más destacados desde el lado de la oferta de financiación fueron la mayor accesibilidad de las entidades a la financiación, así como la mejoría en la posición de liquidez de los bancos de la zona euro.
Desde el punto de vista de la demanda de crédito, la financiación a empresas registró en el segundo trimestre un descenso del 29% de la demanda que, sin embargo, representa una cierta mejoría respecto al trimestre anterior, cuando retrocedió un 33%.
En lo que respecta a la demanda de financiación por parte de los hogares, las solicitudes de créditos regresaron a terreno positivo por primera vez desde el segundo trimestre de 2006, al crecer un 4%, tras la caída del 30% del primer trimestre, gracias en gran medida a una percepción "considerablemente menos negativa" respecto al mercado inmobiliario y la confianza de los consumidores.