Funcas advierte que la destrucción de empleo es ya un 40% superior a la de la crisis del 93
"La economía ha dejado de caer en picado y ahora cae en paracaídas". Con este símil, y descartando los llamados "brotes verdes", intenta explicar el último informe de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) la actual coyuntura española. Pese a la desaceleración de la destrucción de empleo ha vivido en los últimos meses, desde Funcas advierten que la actual crisis ha provocado ya efectos más graves que la de los años noventa.
"El deterioro del mercado de trabajo español se ha producido con un grado de intensidad desconocido en el transcurso de las últimas décadas", señala en un artículo el ex secretario general de Empleo Valeriano Gómez. En la anterior crisis el gran descalabro lo sufrió la industria, mientras que ahora el impacto lo ha recibido la construcción, apunta. Quien estuviera a las órdenes de Jesús Caldera, estima que en el último año y medio han desaparecido un 40% más de puestos de trabajo (casi 1,5 millones) que en todo el periodo de crisis de entre 1991 y 1994 (un millón).
Gómez destaca que en dicho periodo también se comenzó prescindiendo de trabajadores temporales pero después se terminó intensificando el despido de empleados fijos, lo que podría repetirse en la actual inflexión.
Pocos brotes 'verdes'
El ex secretario general afirma que aunque haya tocado fondo la economía española seguirá destruyendo empleo "al menos" un año más, y condiciona la recuperación a que se mantenga "un clima imprescindible de diálogo y paz social, con moderación salarial e impulso de la flexibilidad interna de las empresas". Algo que parece complejo tras la ruptura de las negociaciones del pacto social y la ausencia de un acuerdo bipartito en torno a los sueldos.
En cuanto a los principales indicadores económicos publicados por Funcas, el último "cuaderno de información económica" mantiene sus previsiones sobre la caída del PIB, en un 3,8% para este año y un 1,2% para 2010.
El informe se muestra especialmente crítico con el ingente déficit público, que alcanzaría un 11,5% el próximo año. La cifra, sostienen, puede convertirse en un "pesado lastre" si la economía española no logra crecer por encima del 3% anual una vez que se supere la recesión.