Operaciones bajo mínimos

El volumen de las fusiones y adquisiciones anunciadas a lo largo del primer semestre del año descendió, a nivel mundial, nada más y nada menos que un 40%. España fue de los pocos países que se libró del descalabro, gracias a las operaciones en torno a Endesa y a la compra de Unión Fenosa por parte de Gas Natural.

Excepciones al margen, estamos ante el peor dato, siempre a nivel mundial, desde 2002. Y lo que es más preocupante, con expectativas mucho más pesimistas que las registradas en aquel momento. Las razones de esa desconfianza descansan en que aún no han desaparecido las causas que han provocado una crisis que dura ya dos años y en que nadie se atreve a pronosticar cuándo se verá la luz al final del túnel. A ello se está uniendo el gran obstáculo para iniciar esa recuperación: la ausencia prácticamente total de capital dispuesto a afrontar operaciones que tengan el más mínimo riesgo. De hecho, si se efectúa un repaso en las operaciones cerradas en el primer semestre del ejercicio en curso, se concluye que han sido ventas con fuertes descuentos o relacionadas con reestructuraciones corporativas. Deshacer el nudo de la financiación es la clave para que las operaciones comiencen que las operaciones comiencen a fluir, lo cual, sin duda, será la antesala de la recuperación.