Un relevo en BBK para crecer
En tiempos de tribulaciones no hacer mudanzas". Esta máxima que se atribuye a San Ignacio de Loyola, el fundador de la Compañía de Jesús, y con la que trataba de aconsejar a sus miembros para hacer frente a los embates terrenales no se aplicará en la BBK en el ámbito de la gestión. La primera entidad de ahorro del País Vasco y la más solvente del Estado ha pensado lo contrario y hoy Xabier de Irala cogerá sus bártulos para ceder la makila (bastón de mando) a Mario Fernández, abogado de prestigio, ex director general del BBVA para asuntos legales y ex socio de Uría y Menéndez. En estos tiempos de crisis financiera, las aspiraciones de la BBK se encuentran en la ampliación de su espacio, tanto terrenal como de negocio. Su balance le avala.
Los tiempos no son precisamente fáciles para el sector financiero y, menos todavía, para algunas cajas de ahorro a las que el Banco de España ha señalado el camino de las fusiones e integraciones como solución para solventar los problemas que les afectan. En este previsto nuevo escenario es donde BBK puede jugar un papel estelar dirigida por un experto en fusiones y adquisiciones.
Mario Fernández y su equipo deberán aplicarse a fondo. El futuro responsabe a fondo. El futuro responsable de la entidad de ahorro vizcaína, que será nombrado presidente en el consejo de administración del próximo lunes tras su pactada elección hoy como consejero en la asamblea general, ya ha vaticinado que 2010 "será para el sector peor que 2009".
Por resultados, solvencia, eficiencia e índice de morosidad se sitúa entre los mejores del sector financiero. En este selecto ramillete, dicen los analistas, sólo podrán incluirse poco más de media docena de entidades, una vez se afronte con crudeza la reestructuración.
BBK cuenta con ventaja de salida. Ha superado con nota la primera oleada de la crisis y tiene una posición sólida en términos de capitalización, capacidad de generar recursos, eficiencia y control de riesgos. Irala, el presidente saliente, ha conseguido, durante sus casi siete años de mandato, duplicar el volumen de negocio de BBK, incrementar su activo total un 20% anual y se ha colocado como líder en solvencia, con una ratio del 21,5%, frente al 11% del resto del sector.
La caja que hereda Mario Fernández tiene, pues, músculo suficiente para reforzar su eficiencia y explorar posibles operaciones corporativas fuera de Euskadi. Un nuevo intento de fusión de las tres cajas vascas (BBK, Kutxa y Vital), ejemplos de gestión eficiente entre las cajas de ahorros españolas, requiere, al parecer, de una mayor digestión política. Esta operación natural, en cualquier caso, no debería retrasarse, sobre todo por la posición de liquidez y solvencia de las tres entidades. Además, conjuntamente podrían realizar importantes inversiones para aumentar su presencia en el capital de empresas en desarrollo. Su obra social también lo agradecería.
En una reciente intervención de Xabier de Irala, realizada a modo de despedida, señalaba que el futuro sistema bancario español situará la escala mínima eficiente en una cuota de mercado del 4% y que BBK, con un 1,2% en la actualidad, necesitará, por tanto, un operación corporativa de calado. En poco tiempo se producirán oportunidades, que BBK no deberá desaprovechar para hacerse con el control de entidades financieras que le den un tamaño realmente relevante.
El terreno del crecimiento está abierto, pero también el de la defensa de las inversiones industriales de la caja, precisamente uno de sus tradicionales puntos fuertes. Mario Fernández, acostumbrado a lidiar con primeros espadas, accederá a los consejos de corporaciones del tamaño y el peso como Iberdrola o Enagás. En la primera de estas sociedades, para la que ha trabajado en su etapa como socio del despacho Uría y Menéndez, está llamado a jugar un papel trascendental.