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Columna
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La samba tienta a Santander

Puede que Santander se anime a bailar samba al ritmo del exuberante mercado brasileño. El banco español ha dicho estar considerando sacar a Bolsa una parte de su filial brasileña, que es el tercer grupo bancario del país en tamaño. Incluye al Banco Real, adquirido como parte del desmembramiento de ABN Amro. No es la primera vez que Santander saca al parqué minoritarias de una filial. Ya lo hizo en su operación con Banesto en España y en Chile, pero esas ventas parecían defensivas. Ahora el banco está atacando.

La Bolsa brasileña está en alza. Las empresas de Brasil han vendido cerca de 11.500 millones de reales (6.100 millones de dólares) en acciones desde finales de junio, incluyendo los 3.000 millones de dólares de la oferta pública de venta de la compañía procesadora de tarjetas de crédito VisaNet. Sus acciones se han revalorizado un 17% desde que salieron en junio, y el índice Bovespa ha subido casi un 40% en los últimos seis meses.

Aún más importante para Santander es que los bancos que cotizan en Brasil también están por las nubes. Itaú Unibanco, el banco más grande del país, vale en Bolsa alrededor de 14 veces más que su estimación de beneficios netos para 2009. Aplicando ese múltiplo a los beneficios de las operaciones de Santander en Brasil, la filial podría valer unos 25.000 millones de euros, según Iberian Equities, un tercio de la capitalización bursátil de Santander. No está mal para un negocio que contribuyó sólo un 22% a los beneficios totales estimados en este 2009.

Santander quizás emita nuevas acciones, resultando en una ampliación de capital de casi el 20% de la compañía. Probablemente, la venta generaría una buena plusvalía, lo que dispararía los ratios de core capital.

Pero hay una razón que puede frenar las intenciones del grupo español. Sus accionistas actuales quizás no quieran compartir los beneficios de Brasil. Antes que crear un nuevo grupo de minoritarios, quizás sea más fácil para Santander usar los beneficios no distribuidos de las operaciones brasileñas para crecer en este mercado realmente poco explotado por la banca.

Aun así, más capital puede generar crecimiento más rápido. Y Santander es uno de los pocos grandes bancos del mundo que lo ha hecho bien con el capital de sus accionistas. Los accionistas no parece que vayan a oponerse al último plan.

Por Fiona Maharg-Bravo

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