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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Los servicios turísticos acusan el golpe

El sector turístico, la primera industria del país, que genera el 10,7%del PIB nacional y proporciona empleo a 2,3 millones de personas, acusa el golpe de la recesión económica que azota a Europa. En los seis primerosmeses del año, la llegada de visitantes ha descendido más de un 11%, según los datos proporcionados por elMovimiento Turístico en Fronteras (Frontur), que no proporciona información sobre el gasto unitario, pero sobre cuya variable otras estadísticas oficiales revelan ya un descenso. La combinación de ambas variables, de mantenerse en el resto del ejercicio, puede deparar el añomás negro para el turismo español desde que se convirtió en el primer negocio nacional.

La parálisis de la economía británica, la primera proveedora de visitantes a España, junto con una intencionada depreciación de caballo de la libra esterlina, ha costado una caída del 16,3% en la llegada de esa nacionalidad. El mercado alemán ha proporcionado un 11% menos de turistas, mientras que el francés ha descendido un 9,2%, y un 9,3% el italiano. Todas las regiones han contraído el negocio en el semestre, con la única salvedad de Madrid, lo que da una pista de qué tipo de turistas han abandonado la oferta española: sol y playa comercializados como paquete desde la Unión Europea.

Aunque junio ha sido ligeramente menos malo que el resto de los meses del semestre, la tendencia para el segundo es muy pesimista, y da la sensación de que el mercado correrá en los próximos años paralelo a la actividad económica en el mundo. Pero existe el riesgo de perder posiciones, cuota de la tarta en elmercado turístico mundial. Mientras en la última década del siglo pasado la situación de España en Europa era de plena hegemonía, con conflictos bélicos abiertos en los Balcanes y gran parte de Oriente, ahora se han incorporado nuevos mercados hasta ahora vírgenes, que compiten en precio precisamente cuando la movilidad de los consumidores se ha democratizado como nunca lo había hecho con las aerolíneas de bajo coste.

La industria turística en España tiene que vigilar mucho las variables que están convirtiendo en competitiva a la oferta en el norte de África, las costas turcas o las calas del Egeo y el Adriático, para adecuarlas y no perder más mercado. Es una cuestión de precio y de calidad, que se compone no sólo de las instalaciones y el servicio en el punto de destino, sino de los accesos, las infraestructuras sanitarias y de comunicación, así como de los servicios paraturísticos. El sector turístico ha reclamado en varias ocasiones, y lo hará de nuevo en el Consejo deMinistros extraordinario que se celebrará en Palma de Mallorca este mes, ayudas fiscales. Pero deben ir acompañadas siempre de una mejora de la calidad y de unos precios mucho más competitivos.

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