Contador gana la etapa y se viste de amarillo
El madrileño Alberto Contador se hizo el domingo con el maillot amarillo tras ganar la decimoquinta etapa del Tour de Francia entre Pontarlier y Verbier, en Suiza.
El corredor del equipo Astana logró el triunfo al acelerar repentinamente en los últimos seis kilómetros de un recorrido que comprendió un total de 207,5 km desde Pontarlier hasta Verbier, en Suiza. En contraste, su compañero y también favorito Lance Armstrong, de 37 años, no pudo mantenerse entre los principales competidores y finalizó a un minuto y 35 segundos del ganador.
Contador, quien estaba tercero en la clasificación general al inicio de la primera etapa en los Alpes, ya había mostrado un anticipo de su potencia en el final de un ascenso en Andorra. El español confirmó aquella impresión con un devastador ataque en el primer gran ascenso de los Alpes, lo que lo llevó a finalizar primero, 43 segundos antes que el luxemburgués Andy Schleck.
El italiano Vincenzo Nibali fue tercero, en tanto Armstrong arribó en la novena posición y ocupa el segundo peldaño en la clasificación general que ahora lidera Contador. El británico Bradley Wiggind quedó tercero en la tabla, a nueve segundos del veterano estadounidense.
Con un minuto de silencio antes del inicio de la jornada, los pedalistas rindieron tributo a la mujer que falleció el sábado tras ser atropellada por una motocicleta mientras cruzaba una calle que era parte del recorrido del Tour.
El ex campeón mundial Tom Boonen se retiró de la carrera antes de que el pelotón partiera desde Pontarlier luego de haber permanecido enfermo toda la noche. El velocista belga, de 28 años, no había podido dar impactos en la competencia en su búsqueda de puntos para alcanzar el maillot verde, que ganó en el 2007.
Un grupo de 10 ciclistas se fugaron cuando habían pasado cerca de 80 kilómetros y lograron una ventaja máxima de poco más de cuatro minutos. Los escapados llegaron a los pies del ascenso final con una brecha de un minuto a favor, pero el último de los fugados, el esloveno Simon Spilak, fue alcanzado en el preciso instante en el que Contador realizó su determinante maniobra.