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Valor a examen

Iberia gana fuerza en las negociaciones con BA

La crisis del grupo británico mejora la posición de la empresa española ante la integración de ambas.

El cambio en la presidencia de Iberia, que se conoció el pasado 9 de julio, puede tener más trascendencia de la que ya supone el relevo del máximo directivo de una compañía tan compleja como lo es la aerolínea. La llegada de Antonio Vázquez en sustitución de Fernando Conte se produce en una etapa en la que las negociaciones con British Airways (BA), en principio impulsadas por el presidente saliente, no atravesaban su mejor momento. Y ahora esa operación parece que va a vivir un nuevo impulso.

Vázquez opina que la fusión con la compañía británica no debe prolongarse indefinidamente, aunque tampoco se deba lograr un acuerdo a cualquier precio. Y considera que esa transacción tiene que aportar valor a los accionistas de Iberia, pero no sólo a British que cuenta con un 13,15% de su capital detrás de Caja Madrid, con un 22,99%.

La reacción de los directivos de la compañía británica no se hizo esperar y mostraron rápidamente su disposición a dialogar con el nuevo staff. Y el 14 de julio, tras la junta de accionistas celebrada en Londres, su consejero delegado, Willie Walsh, habló de un canje que aportaría a la británica una participación no inferior al 53%, frente al 47% que tendría Iberia en el holding o compañía resultante.

Es una relación que aún le concede una posición mayoritaria, pero que se acerca a la fusión paritaria y sobre todo se aleja del 70%-30% que se barajó el 28 de julio de 2008 cuando ambas empresas anunciaron oficialmente que negociaban su integración.

En el año transcurrido los acontecimientos han golpeado a las aerolíneas. No todas han sufrido por igual, y British está entre las más damnificadas. Desde ese día, las acciones de BA han bajado más de un 40%, mientras que las de Iberia menos de un 5% hasta los 1,578 euros del viernes. Es un factor que ha obligado a la revisión del canje, aunque la capitalización de la británica se eleva a 1.805 millones de euros y la de la española a 1.504 millones de euros.

Pero la preocupación de los analistas se centra en otro tema: el agujero que el fondo de pensiones ha creado a BA, que puede superar los 4.000 millones de euros. Para Iván San Félix, de Renta 4, se trata de un problema grave y Iberia debe tener cuidado para que no le afecte. Estima por tanto conveniente que el grupo que preside Martin Broughton llegue a un acuerdo con los sindicatos antes de la posible fusión.

San Félix se encuentra entre los expertos que creen que el proceso se puede desbloquear, cambiando los términos de la operación, y que Iberia cuenta ahora más capacidad de negociación. Agrega que la situación financiera del grupo británico es peor que la de Iberia porque ésta ha hecho los deberes con más eficacia. Y concluye que podría ser más ventajoso para la aerolínea española seguir independiente o buscarse otra alianza antes que cerrar un acuerdo que no afronte bien esta compleja situación.

Desde Inverseguros se señala que, hasta la llegada de Antonio Vázquez, tenían claro que la fusión no iba a producirse, mientras que ahora la ven más posible. Y se refieren a la posibilidad de que la integración se encauce hacia otros grupos europeos con los que igualmente podría obtener sinergias.

El panorama se complica por la necesidad de British de apelar al mercado por los déficit acumulados y las pérdidas galopantes, 100 millones de libras entre abril y junio. Se habló de una ampliación de capital, que diluiría la participación de Iberia, pero quedó descartada por su debilidad en Bolsa. Ha optado por una emisión de bonos convertibles por 300 millones de libras.

Los analistas de Royal Bank of Scotland, que incluyen a Iberia entre sus aerolíneas europeas favoritas a largo plazo, destacan que cuenta con una posición estratégica, liderando un mercado con una elevada capacidad de crecimiento. Añaden que la sinergias de una eventual fusión con BA podrían elevarse a 450 millones de euros, pero que si este proyecto se colapsa, el grupo español podría encontrar opciones estratégicas con Lufthansa o con Air France.

Desde RBS se indica que el sector en general está abordando su supervivencia en un contexto de crisis, de competencia con las líneas de bajo coste, en el que se despliega la consolidación de la industria.

La crisis afecta al tráfico aéreo

Las cifras de tráfico aéreo de Iberia muestran aún debilidad. En junio la demanda medida en pasajeros por kilómetro transportados (PKT) disminuyó un 5,1% respecto a junio de 2008. Desde Morgan Stanley se señala que probablemente la evolución de su rentabilidad se vea afectada por los problemas de la economía española, que se traduce en una reducción de los viajes de negocio, además de una caída en el tráfico de largo alcance por el temor a la gripe A. Pero Morgan cita un tema aparcado que le favorecería y es la posible luz verde al pacto con British y American Airlines -que está en manos de las autoridades antimonopolio-, dentro del plan de cielos abiertos.

La cifra

4.000 millones de euros es la cifra a la que podría ascender el agujero creado en British Airways por el fondo de pensiones. El grupo ha anunciado una revisión del plan que la permitirá retirar 300 millones de garantías.

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