Crece el negocio para cazar a los ciberinfieles
Bolsos espías, programas informáticos que rastrean pistas y servicios de cibercoartadas. Es la pujante industria de las infidelidades.
No existen cifras certeras sobre cuánto mueve el negocio de los cibercuernos, sin embargo, "de un año y medio a esta parte, lo que está claro es que se ha disparado", asegura Francisco Canals, responsable del Observatorio Español de internet y uno de los mayores buceadores de la web para captar tendencias. "Si en 2008 publicamos un estudio en el que concluimos que había un millón y medio de personas que flirteaban en la red, ahora la cifra podría ser mayor tras el ascenso de redes sociales como Facebook o Twitter".
Canals lo ha comprobado por sus propios medios. æpermil;l mismo se hizo pasar durante 30 días por un ciberinfiel para analizar el fenómeno y descubrir el amplio mundo de posibilidades que ofrece internet. "Había salas de chats especializadas no sólo por edad, sino también por tendencias -casados con casadas, casados con solteras-", añade. La industria ha proliferado tanto en los últimos tiempos que no sólo ha habido un repunte de las compañías tradicionales del espionaje, sino que han surgido nuevas compañías al calor de las infidelidades cibernéticas. Algunas diseñan programas informáticos por 35 euros que rastrean todo tipo de pistas para pillar a los infieles, otras ofrecen servicios de cibercoartadas. "Por 1.000 euros se encargan de enviar un falso chófer, un billete de avión de pega y se pueden contratar por internet", explica Canals.
El negocio no tiene fin. Bufetes de abogados y gabinetes de psicología lo saben. Trinidad Bernal Samper, doctora en psicología y autora del libro Mediación; Una solución a los conflictos de pareja (Editorial Colex), afirma que "para muchas personas, internet se ha convertido en una nueva manera de existir".
La mayoría de quienes empiezan una conversación por la red no tiene la intención de ser infiel, sino que esto ocurre después, según explica la doctora. "A medida que el individuo va alimentando su mundo de fantasía y alejándose de la realidad, las probabilidades de caer aumentan". El hombre suele ser más proclive a este tipo de actuaciones, "porque tiende a fantasear más que las mujeres". Por el contrario, éstas sólo se acercan a la red cuando el resto de las relaciones no acaban de cuajar, asegura Bernal.
Pero no todos los que chatean por internet son infieles. "Muchos buscan una comunicación que no tienen con su pareja" advierte Bernal. Lo peor es cuando ésta se prolonga durante horas. Entonces, puede convertirse en una adicción y es cuando surge el problema conyugal que puede finalizar, incluso, en una ruptura matrimonial.
En el bufete de abogados Zarraluqui lo saben bien. "Hace poco tuvimos un cliente en el despacho cuya mujer le había dejado por un ciberamante que se hallaba en las Islas Baleares. Ni siquiera lo conocía personalmente, y a pesar de ello, abandonó a su marido e hijos" explica su presidente, Luis Zarraluqui. Las infidelidades a través de la red han originado, incluso, la creación de servicios de divorcios exprés por parte de firmas de abogacía; sin embargo, los juristas de prestigio los rechazan. "Un proceso de divorcio es algo muy serio, legal, social y personal, por lo que estos divorcios exprés son censurables", replica este experto.
Zarraluqui opina que antes de incurrir en el tortuoso proceso de divorcio, el ciberinfiel debe sopesar estos aspectos: "¿Está muerta la pareja o ha sido sólo una tontería?, ¿existe una familia detrás?, ¿cuáles serían las consecuencias de convertir la fantasía en realidad? Y si la ruptura es inevitable, entonces acabar de mutuo acuerdo".
Desde el punto de vista legal, habría que debatir si una infidelidad, que no se ha consumado, adquiere el rango de adulterio o no. Es algo que actualmente se está discutiendo en muchos países para reformar o no la ley.
La batalla contra la difamación en la red
Muchos ex utilizan Google para difamar a su pareja. Crear páginas web y martirizar al otro en la red se convierte en la faena más grave que puede recibir el afectado. Esto ha dado lugar a la creación de nuevos servicios por internet, como el que acaba de crear el Observatorio Español de Internet para contrarrestar las difamaciones en Google. En su web, www.fcanals.com, se puede contratar este servicio que garantiza al cliente la aparición en las diez primeras vistas de Google, con referencias positivas y no negativas. El servicio cuesta entre 3.000 y 4.000 euros. La técnica utilizada es lanzar mensajes buenos que dignifiquen la imagen de la persona que ha sido difamada. Eso sí, antes se estudia que esa persona no pertenezca a ningún grupo delictivo.
Bolsos y maletines espías con GPS
De los 2,5 millones de personas que flirtean en internet, el 10% -casi medio millón de personas- acaba quedando para tener un encuentro sexual. Evitarlo casi se ha convertido en el leitmotiv de empresas como Marilyn Lights Bags (www.lightsbag.com), una compañía radicada en Texas (EE UU). La compañía ofrece bolsos con GPS incluido, de tal forma que se puede saber en todo momento donde está la dueña del complemento. Los precios son bastante asequibles. De 162 a 300 dólares (114 a 212 euros), y se distribuyen a cualquier país. La oferta también incluye maletas y maletines para caballeros. Este tipo de instrumentos se venden para reforzar la seguridad de las personas, aunque, protegerse contra la infidelidad se está convirtiendo en el nicho de mercado más rentable.
Correos electrónicos y SMS redireccionados
El 15% de las consultas que reciben los investigadores privados de Estados Unidos están relacionadas con la infidelidad. Los espías también se han modernizado y la imagen del hombre con gabardina, husmeando por las esquinas, ha pasado a la historia. Ahora lo que existen son programas informáticos que redireccionan SMS y correos a otras direcciones o rastrean dónde ha ido el usuario.El software Spector se vende al módico precio de 35 euros. El cliente obtiene una grabación de todo aquello que ha ido apareciendo en la pantalla de un ordenador: mensajes de correo electrónico, páginas web, mensajes instantáneos, etc.El eBlaster envía cada 15 minutos un resumen de todas las actividades que ha ejecutado un ordenador. Todo oculto y discreto.