Los resultados apuntalan a las Bolsas
La duda más significativa que asaltaba en las últimas semanas a los inversores finales, y a los analistas del mercado también, era la consistencia real que tenía la formidable subida de las Bolsas en todo el mundo desde el mes de marzo, tras haber tocado mínimos en una sobrecorrección ligada a las incógnitas sobre la solvencia de los bancos en todo el mundo. La variable que faltaba por conocer era la evolución de los resultados de las empresas, y los primeros en aparecer apuntan a unas cuentas trimestrales mucho menos negativas de lo esperado, especialmente en los grandes bancos colocados al borde de la quiebra hace unos meses y en las grandes empresas de la industria tecnológica.
El índice selectivo español marcó ayer un nuevo máximo prácticamente en los 10.000 puntos, con un avance acumulado en el año del 8,7%, y un rebote desde los mínimos del 9 de marzo de casi el 46,6%, consolidándose como el indicador bursátil más alcista de la zona euro. En España son las grandes empresas, sobre todo los mayores bancos, quienes lideran las alzas, ante el acercamiento a una situación en la que se despeja cada vez más el horizonte financiero, y en el que la recuperación de los indicadores de demanda parece darse por segura para Estados Unidos antes de que termine el año y para Europa no más allá de la primera mitad de 2010. Además, la actividad en los países emergentes, y China es el mejor ejemplo, consolida posiciones que hace unas semanas eran impensables. Los analistas, no obstante, siguen pidiendo cautela a los inversores finales, y de hecho los volúmenes de negocio limitados tienen bastante que ver con el escepticismo sobre la solidez de la racha alcista de las últimas semanas.
La actividad comercial en el mundo ofrece también los primeros síntomas de reanimación, e incluso países netamente manufactureros y exportadores como Alemania registran ya avances en sus volúmenes de producción como síntesis de la evolución de la cartera de pedidos. Pero, si los resultados medios de las empresas se recortan notablemente menos de lo que la actividad económica lo ha hecho en los dos primeros trimestres del ejercicio, es imputable a un rápido ejercicio de ajuste de sus costes, lo que se convertirá también en un impulso adicional para las cuentas de los próximos trimestres, cuando la economía entre en franca recuperación.
Hoy el mercado está descontando ya que los beneficios corporativos crezcan en los próximos doce meses, según la encuesta de gestores de fondos que realiza Merrill Lynch, lo que supondría que esta crisis, pese a su virulencia, habría causado un daño mucho más limitado a las cuentas de resultados de las corporaciones. Habrá que esperar para considerar esta previsión al menos un trimestre más, y dependerá mucho de cómo se gestione la salida de la crisis para que no resulte frustrada y degenere en una recaída no esperada y de peores dimensiones.