El sector del ibérico acumula pérdidas de unos 600 millones desde el inicio de la crisis
El sector del cerdo ibérico, tanto ganaderos como industriales, lleva acumuladas pérdidas por valor de unos 600 millones de euros desde el inicio de la crisis hasta la actualidad, según aseguró el presidente de la sección de ibéricos de la Asociación de Industrias de la Carne de España (Iberaice), Julio Revilla, quien demandó al Gobierno que establezca ayudas para promover el almacenamiento privado de jamón, como se está haciendo con el aceite de oliva.
En declaraciones a Europa Press, Revilla lamentó que el primer semestre del año "no ha sido bueno" para el sector, de forma que en el canal 'horeca' -que engloba restauración y tiendas 'delicatessen' y charcutería de alta gama- ha bajado el consumo "de forma importante, con una bajada media del 20% "aunque en algunos casos alguna empresa registró un descenso del 30%".
Por otro lado, en el canal de gran distribución y grandes superficies y cadenas de supermercados "no se ha notado un menor consumo, que se sigue manteniendo, pero a costa de una significativa bajada de precios por el elevado stock que los industriales tienen de jamones y paletas".
De esta forma, Revilla indicó que esa bajada de precios va en función del tipo de jamón, de forma que el producto de menor calidad, que, a su juicio, es donde se concentra la mayor parte de stock, "registró bajadas de precios de entre el 30 y 40%", mientras que los productos de jamón ibérico de bellota "tienden a elaborar menos productos y tienen menos existencias".
De esta forma, el jamón de bellota mantiene sus posiciones "aunque con bajadas de ventas no tan fuertes, con descensos del 10 a 15% en el sector de mayor nivel".
Revilla, que cifró ese stock de jamones de baja calidad en "millones de piezas", explicó que la gran distribución ha absorbido este producto "lo vende a un precio módico, que hace que existen grandes ofertas en los supermercados e hipermercados".
Este portavoz alertó de que este sector "no sabe qué va a pasar de aquí a Navidad, pues entre septiembre y diciembre es la época de mayor consumo y ahí se dará la gran incógnita, pues si el consumidor compra y consume de forma razonable, lo lógico es que los precios no se vean afectados, aunque si no hay un consumo aceptable habrá una bajada de precios en general, y también en bellota".
Revilla precisó que esta bajada de precios "no sólo obedece a la existencia de ese stock, sino también a la necesidad de liquidez de los industriales para financiar sus circulantes, puesto que este sector tarda tres, cuatro o cinco años desde que nace el lechón hasta el jamón de bellota y necesita de mucho circulante y los bancos no financian ni al ladrillo ni al ibérico".
"No están financiando al sector, por lo que los industriales no pueden adquirir materia prima ni comprar cerdos y se ven obligados a vender sus productos para conseguir liquidez aunque sea a menor precio", se lamentó Revilla.
Por ello, instó al Gobierno central a "dar una solución a este problema, por un lado dando ayudas al almacenamiento privado de jamón, igual que ha hecho con el aceite de oliva, y por otra parte lograr que ese almacenamiento privado permita que ese producto sirva de garantía pignoraticia para que la banca, con el apoyo de los créditos ICO, facilite financiación al sector".
Revilla, quien recordó que Andalucía aglutina un 30% de los ganaderos de ibérico y un 25% de los industriales, precisó que en la carne de cerdo como tal "no hay crisis, sólo en el ibérico y en los jamones".
Apuntó que una salida importante a este producto era la exportación "pero hay crisis en todos los países y todavía existen muchas trabas en muchos países para la entrada del producto", tras lo que alertó del problema "grave" que se puede registrar "a la larga" con la entrada de algunos industriales que están ofreciendo en el mercado exterior productos de menos calidad y a menor precio, "distorsionando el esfuerzo que hemos hecho para dar una imagen de calidad y alto precio".
Asimismo, consideró "difícil" que el consumidor "vuelva a aceptar una subida de precios cuando pase la crisis", por lo que planteó que a corto plazo se lleve a cabo una tipificación del producto "sobre todo los de más alta calidad", bajo el "paraguas" de la Indicación Geográfica Protegida (IGP), que, a su juicio, "es la última oportunidad para que productos del sector ibérico tradicional no se conviertan en productos de bajo precio, uniformes y sin diferenciación".