Las posibilidades de la biotecnología
Los datos oficiales avalan la extraordinaria potencialidad de la I+D+i, y más especialmente de la biotecnología, un sector en el que, con acierto, se va a volcar España. Según las últimas estadísticas elaboradas por el INE, la inversión relacionada con esta actividad aumenta a tasas que se aproximan al 20% en las empresas -incluso si no es su actividad principal-, a la vez que crece el número de compañías. Paralelamente, el empleo aumenta tanto en número de investigadores como en el resto de trabajadores dedicados a actividades de I+D+i relacionadas con la biotecnología. Y este crecimiento ofrece una característica singular que beneficia a un colectivo poco favorecido por el empleo: la media de mujeres supera el 60%, sea en el sector público o en el privado. Son datos que ponen de manifiesto que la biotecnología y sus aplicaciones, desde la salud humana hasta la industria, pasando por la alimentación o el medio ambiente, expresan una apuesta segura para un crecimiento económico de futuro. Sin embargo, existen obstáculos para su desarrollo. Las empresas ponen entre los primeros el binomio coste/tiempo y el acceso al capital. Por eso adquiere más relevancia el anuncio realizado ayer por la ministra Cristina Garmendia en el sentido de que el CDTI anticipará de inmediato parte de las ayudas para investigar. Una liquidez que hay que aprovechar.