Rajoy considera urgente la reforma laboral, incluso sin el respaldo sindical
El líder del PP defiende un ambicioso cambio tributario
En el catecismo del líder de la oposición no figura el miedo a una huelga general o, al menos, el temor a la posible ineficiencia de una reforma laboral nacida con fórceps. Mariano Rajoy aprovechó ayer el IX Encuentro Financiero Internacional, organizado por Caja Madrid con la colaboración de El País, para poner deberes al Gobierno y, de paso, emplazarle a abordar una reforma urgente del mercado de trabajo aún sin acuerdo social. "Mejor con consenso, pero la falta del mismo, en su caso, no exime al Gobierno de sus responsabilidades", sentenció Rajoy.
El líder del principal partido de la oposición eludió incorporar el abaratamiento del despido que demanda la CEOE al catálogo de medidas que, en su opinión, debería abarcar la reforma laboral. En cambio, sí incluyó la formación profesional, el absentismo laboral, la negociación colectiva y la simplificación de los contratos.
Rajoy considera también imprescindible una reforma fiscal de amplio alcance que incentive la inversión empresarial. Para ello, defendió una nueva rebaja del Impuesto sobre Sociedades, que debería complementarse, a su juicio, con una nueva regularización de balances, un tratamiento fiscal más adecuado de la morosidad y nuevas tablas de amortización para las empresas.
La reforma del sistema energético es otra necesidad para el PP, pues Rajoy no aprecia en el Gobierno señales de querer afrontar un "debate serio" sobre uno de los elementos, como el coste de la energía, que pueden contribuir a introducir competitividad en el sistema.
En sintonía con el programa electoral del PP, Rajoy defendió también ayer el fortalecimiento de la unidad de mercado para eliminar las "barreras artificiales y muchas veces caprichosas" que crea la proliferación de normas y regulaciones autonómicas y que contribuyen a entorpecer la actividad económica.
Con respecto a la política macro, el líder del PP acentuó su preocupación por el hecho de que sea el sector público el que acapare en estos momentos el 90% de la nueva financiación, limitando las posibilidades de que el crédito llegue a familias y empresas.
Sala i Martín rechaza abaratar el despido
El profesor de Economía de la Universidad de Columbia Xavier Sala i Martín echó ayer más leña al fuego del diálogo social al reconocer que abaratar el coste del despido o rebajar los salarios no servirá para acabar con los problemas del mercado laboral en España, informa Carlos Molina. "El verdadero problema es la falta de productividad, lo que le ha convertido en una economía muy poco competitiva", señaló Sala i Martí durante la conferencia que pronunció en el citado encuentro financiero.A su juicio, los salarios no son altos o bajos, si no que dependen de lo que produzca el trabajador. "Messi cobra mucho en términos absolutos, pero no si se compara con lo que produce en goles y juego", señaló Sala, miembro de la junta del Barcelona. También aseguró que sería un error abaratar el despido en plena crisis. "Esas medidas sólo se deben tomar cuando las cosas vayan bien", dijo.