Cemex tiene hasta el 31 de julio para refinanciar 13.355 millones
Representantes de la cementera mexicana Cemex y de 14 bancos acreedores se reunieron ayer en Madrid para negociar la refinanciación de 13.355 millones de euros de deuda del grupo. La compañía trata de lograr un crédito de unos 10.310 millones para aplazar pagos antes del próximo 31 de julio, fecha que se han marcado para alcanzar un acuerdo. El auditor de Cemex, KPMG, describe en su informe sobre el grupo una situación acuciante motivada por la deuda.
Tengo la certeza de que la estrategia que llevamos a cabo posicionará a Cemex en el camino para un futuro exitoso". De este modo el presidente de la tercera cementera del mundo, Lorenzo Zambrazo, trató de impregnar ayer de optimismo el proceso de refinanciación de la deuda de 18.784 millones de dólares (13.355 millones de euros) que lleva a cabo con la ayuda de Lazard. Una operación de la que, a juicio del auditor KPMG, depende la viabilidad del gigante mexicano.
Tras un encuentro celebrado recientemente en Nueva York con un grupo formado por los seis principales acreedores, entre los que se encuentran Santander y BBVA, los cirujanos financieros que trabajan con el pasivo de Cemex tuvieron un nuevo contacto con la banca ayer en Madrid. Se trataba de avanzar y presentar una propuesta a 14 entidades para unificar préstamos y aplazar vencimientos. La baza que juega Lazard, en cuyo equipo figura el ex ministro de Economía Rodrigo Rato, es conseguir un crédito por 14.500 millones de dólares (10.310 millones de euros), con vencimientos hasta febrero de 2014. El reto es diferir los compromisos de pago de 2009, 2010 y 2011. Fuentes cercanas a la operación aseguran que, con el visto bueno de las 14 entidades reunidas en Madrid, prácticamente estaría garantizada la nueva estructura de deuda.
Entretanto a Cemex le correspondió el pasado 30 de junio remitir los estados financieros de 2008 al regulador bursátil estadounidense (SEC por sus siglas en inglés). Un documento que lleva adosado un crítico informe de auditoría firmado por KPMG.
El texto señala compromisos de amortización de deuda por 4.284 millones de dólares en 2009, 3.882 millones en 2010 y 7.845 millones en 2011. Cemex reconoce que sus acreedores le han dado de plazo hasta el 31 de julio para refinanciar. Y dentro de esa prórroga, obtenida en marzo, habría dejado de pagar 1.166 millones de dólares.
Ante tal incertidumbre KPMG se cura en salud y advierte que existen "importantes dudas" sobre la capacidad de Cemex para continuar operando. Y añade que todo depende de su "capacidad para completar la refinanciación u obtener más deuda y recursos financieros para pagar sus obligaciones".
La mexicana, que ayer hablaba de avances significativos en la refinanciación, reconoce ante la SEC factores de riesgo a corto y medio plazo, como la coyuntura económica, capítulo en el que destaca la recesión de Reino Unido, Francia, España y Alemania; la crisis de la construcción, o las limitaciones legales que algunas filiales para transferir dividendos a la matriz.
De tener éxito en las negociaciones, el grupo dibuja un futuro en el que los bancos podrían obligar a restricciones y esfuerzos como son las desinversiones, ampliaciones de capital, la prohibición de firmar nuevos créditos o las limitaciones en el pago de dividendos.
La cementera ya consiguió el pasado mes de enero refinanciar 2.300 millones de dólares con vencimientos en 2009 y principios de 2010, al captar dos créditos sindicados a largo plazo. De forma paralela aplazó 12 meses el pago de 1.700 millones de dólares, que debía afrontar el próximo diciembre y que se incluyen en un préstamo de 3.000 millones correspondiente a la adquisición de la australiana Rinker.
Madrid, testigo de la negociación
Desinversiones y recortes de gastos están dando oxígeno a Cemex. La empresa espera alcanzar este año ahorros por 900 millones de dólares y captar otros 2.000 millones vendiendo activos. El mes pasado firmó con Holcim el traspaso de la actividad de Rinker en Australia.
Madrid, testigo de la negociación
Coches de lujo, chóferes y personal de seguridad rondaban ayer el inmueble escogido por Cemex y la banca acreedora en Madrid para reunirse y negociar la refinanciación de la deuda de la cementera mexicana. De vez en cuando salían del edificio ejecutivos de la compañía o directivos de banca para fumar un cigarro. Hacia las 12 del mediodía entró en el edificio el ex vicepresidente del Gobierno español Rodrigo Rato, director general senior del banco de inversión Lazard, que asesora a Cemex. Unos 45 minutos después Rato abandonaba el edificio. El ex ministro de Economía no participó en la reunión de ayer pero sí forma parte del equipo de Lazard que asesora a Cemex. Al ser preguntado por su opinión acerca de los famosos brotes verdes en la economía española, respondió con una sonrisa "hasta pronto", al tiempo que se introducía en un Jaguar.Las positivas impresiones sobre la negociación por parte del mercado impulsaron ayer las acciones de Cemex en la Bolsa mexicana, que subieron en torno al 3%. El acuerdo atemperaría la prima de riesgo de la deuda de Cemex, que se disparó en la última semana. El coste de asegurarse frente a un impago de deuda de Cemex subió la semana pasada un 20%, de 700 a 850 puntos. Los CDS de Lehman Brothers en las jornadas anteriores a su quiebra estaban en 500 puntos.