Socialistas y liberales bloquean el nombramiento de Barroso
La pesadilla veraniega de José Manuel Barroso se ha hecho hoy realidad. El candidato a reencarnarse como presidente de la Comisión Europea durante el próximo lustro no será nombrado, como él anhelaba, en el pleno del Parlamento europeo del 14 y 15 de julio.
"El grupo socialista apuesta por un trámite de audiencia durante el mes de julio para poder votar al candidato en septiembre", ha afirmado hoy Juan Fernando López Aguilar, presidente de la delegación socialista española en el Parlamento europeo.
Sin los votos socialistas, Barroso no puede salir elegido, salvo que el PPE se alíe con la extrema derecha y los euroescépticos. Para colmo, el nuevo líder de los liberales, el belga Guy Verhofstadt (que, por cierto, vio frustrada en 2004 su aspiración a ocupar el puesto de Barroso), tampoco se ha mostrado hoy dispuesto a dar su apoyo en el próximo pleno a un candidato que ni siquiera ha sido propuesto todavía de manera oficial.
El tiempo muerto pedido por socialistas y liberales pone fin a la estrategia de Barroso para acelerar su reelección invocando como excusa el peligro de un vacío institucional. Como ha recordado López Aguilar, su mandato actual "no está amenazado por ningún plazo ni fecha de caducidad, así que el Parlamento no tiene por qué apresurar el paso".
A Barroso, pues, sólo le queda marcharse de vacaciones y cruzar los dedos para que a la vuelta del verano no haya aparecido otra candidato "popular".